Primera Noche

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          Todo empezó un viernes hace tres semanas, nos encontrábamos todos los que accedimos al campamento, me hallaba con mis amigos amigos de toda la vida en la academia: Emili, Nahomi, Yazarit, Verónica y José, y por si no lo mencione antes me llamo Francisco Bourgeois pero por lo general me dicen Fran; estábamos esperando que el instructor encargado nos diera las indicaciones y las habitaciones, al caer definitivamente la noche todos se encontraban en su cuartos. Entre las normativas se nos tenia prohibido deambular por los pasillos de otros pisos después de las 23:00 hasta las 5:00, los motivos realmente jamas los dieron a conocer, no existía ningún problema caminar por nuestro piso ya que si se deseaba ir al baño no podían denegar el paso, pero nadie sabia por que los demás estaban cerrados en la noche, al caer la oscuridad absoluta y que todos se encontraban en profundo sueño, decidí salir para explorar, preferí no invitar a los demás, no quería parecer demasiado fastidioso la primera noche.


          Salí lo mas callado posible, lo cual era difícil en medio de un silencio espectral donde cualquier mínimo sonido se amplificaba a cada segundo; llegue a la escalera de emergencia ya que las demás estaban trancadas con llave, pero las de emergencia jamas se cierran, nosotros nos encontrábamos en el segundo piso ya que los salones servían de cuarto, así que subí al tercero donde están los instrumentos mas valiosos, nuestra escuela es de 7 pisos contando la planta baja, pero en tercer piso es donde se almacenan los instrumentos de alto valor, incluyendo los pianos. Estando ahí empece a dar vueltas pero los salones estaban cerrados y los depósitos con mas candados que una cárcel, pero mientras daba mi cuarta vuelta noté una puerta abierta, era de la sala de enfermería, no la había notado por que la luz estaba apagada, pero esta ves alguien o algo la encendió, en ese momento sentí un golpe de adrenalina, así que me acerque cautelosa mente y me asome por la pequeña abertura entre la puerta y su marco, pensé que podría tratarse de alguno de los profesores, quien se sentiría mal y buscaba un medicamento, mi gran equivocación e impresion al ver que aquel lugar estaba solo, vacío por completo decidí entrar y averiguar que ocurría, así que cuando entre saque mi celular para gravar  pero...mi teléfono no quería encender, ¿por que?, si yo lo había cargado por completo la noche anterior, no conseguí como explicar lo que le ocurrió a mi teléfono; empece a mover algunas cosas con la esperanza de encontrar algo, aun así nada mas paso por lo que me salí del salón y preferí no apagar la luz en caso de que si hubiese sido un profesor pero que se le olvido apagar la luz. Al salir y caminar unos cuatro metros sentí un escalofrió por mi espalda, por lo que voltee por encima del hombro y mi gran sorpresa, la luz del salón donde hace algunos instantes me hallaba  estaba apagada, en aquel momento mi reacción fue acercarme, pero cuando estaba apunto de agarrar la perilla de la puerta esta se abrió -¡¿Pero que demonios?!- fue lo que dije en ese momento, para mi sorpresa escuche una respuesta -No deberías estar aquí solo- en ese momento pude reconocer la vos, la cual calmo mis nervios -¿Naho?-, -Quien mas puede ser-

-¿Que...que haces aquí?-

-Eso te pregunto yo a ti-

-No sabes el susto que me diste al mover la puerta-

-Eso te ganas por salir de noche, sin decirme antes-

-Perdón pero es que... quería experimentar esto por mi cuenta yo solo-

-Pues si mover una puerta te puso tan nervioso, ni hablar de lo demás que existe aquí-

-Si pero ademas apagaste la luz y yo pensaba que había sido encendida por un profesor-

-¿Apagar la luz?-

-No juegues conmigo Naho, se que tu lo hiciste y probablemente me viste salir de mi cuarto y me seguiste y te pusiste a jugar con mi mente- 

-Fran... Yo llegue hace unos minutos y ya la luz estaba apagada, solo vi el salón abierto y quise entrar, y cuando iba a prender la luz escuche tu voz y salí-

-¿Que?, ¿dices que no estabas en el piso sino hasta hace unos minutos?-

-¡¡Exacto!!-

          Nahomi y yo nos miramos por unos minutos, hasta que recordé algo que dentro del cuarto había pasado y le pregunte la razón de no encender su linterna del celular, ella me contó que se le descargo, entonces bajamos y no hablamos sino hasta el día siguiente, mientras tanto el resto de la noche fue puro pensar en lo extraño del salón y la sensación escalofriante cuando se apago la luz de la sala de enfermería.

          

          Al amanecer, todos nos encontrábamos en el comedor exterior del campus, Nahomi y yo no habíamos tocado el tema hasta que Jose me pregunto mi paradero en esa madrugada, al parecer lo había despertado accidentalmente, así que le contamos a todos lo que había ocurrido,; al principio no me creyeron pero cuando Nahomi dijo su parte de la historia cobro mas veracidad, entonces Yazarit recordó algo que se nos había olvidado, la academia esperanza antes era el hospital psiquiátrico esperanza, y cosas como el comedor interno, la dirección y las dos salas de enfermería mantienen su infraestructura original, de hecho en el séptimo piso, el cual es el deposito de documentos y ningún estudiante puede entrar, también se dice que mantiene la infraestructura de los cuartos de reclusos y salas de terapia de Shock. Este dato me realmente no respondió mis dudas, al contrario, origino mas preguntas. Los chicos decidieron salir conmigo en mi siguiente "paseo nocturno" pues ahora se encontraban al igual que yo muy intrigado, acordamos salir cada uno a una hora y minuto distinto para no generar ruido, esta ves no solo quería subir al tercer piso, ademas quería bajar a la planta baja para entrar al comedor interno, el cual estaba en remodelación y no posee tranca alguna, así comprobar si los lugares que conservan cosas del antiguo psiquiátrico tienen conexión con muchos de las leyendas escolares de la academia, el resto del día fue poco relevante y sinceramente prefiero obviar esa parte de la historia hasta que llegue a ser relevante.

          Sin duda alguna, ninguno pensó que esa noche marcaría tanto a nuestras vidas y mucho menos pensamos la desesperación por la que pasaríamos con la desaparición de uno de nosotros, la peor noche para nuestra amistad...

Noches En La Academia EsperanzaWhere stories live. Discover now