"Tu me dabas dolores de cabeza y yo lo llamaba amor..."

"Mi flequillo embaraza personas, Liam"

Blood cells pixelate

And eyes dilate

And full moon pills got me out on

The street at night...

<<10:30 pm. Residencia Payne. Habitación de Liam James Payne. Él y uno de sus mejores amigos Louis William Tomlinson Lewis se arreglaban para el evento al que asistirían esa noche. Quedaron de llegar alrededor de las 9:00 para ayudar a la madre del primero a saludar a los invitados y acomodarlos en su sitio. (Pero, ya iban tarde... como siempre.)>>

LOUIS: "Recuérdame otra vez, porque tenemos que ir." (se queja mientras Liam trata de acomodar la corbata de moño color rojo que hace juego con el tux que trae puesto.)

LIAM: "Tenemos que, además es momento de que asumas las consecuencias al hablar de más... tú fuiste el que le dijo a mi madre y cito: <<Oh, pero claro que será un honor ir al evento de esta noche Sra. Payne, a mí y a Liam nos encantaría estar ahí, porque no tenemos nada mejor que hacer con nuestras tristes y patéticas vidas...>> término de la cita. –dijo imitando la voz chillona de su amigo de una forma exagerada.

LOUIS: "No creí que tu madre no entendiera el sarcasmo" –el castaño se miraba al espejo tratando de acomodar su flequillo.

LIAM: "Si no te interesa, entonces no tendrías que tardarte tanto en arreglarte"

LOUIS: "A diferencia tuya, Mr. Ballenato Payne, a mí me gusta ir presentable por si tengo la oportunidad de echarme un buen polvo."

LIAM: "Claro... como se tendrá tanta acción en una noche de beneficencia."

LOUIS: "Algunos viejos pretenciosos tiraran su dinero, otros más como tu tiraran saliva hartándose de toda la comida que habrá... algún tipo decente podría tirarme sus bóxers. Todos ganan."

LIAM: "Eres irremediable" –sacudió la cabeza negativamente.

LOUIS: "Eso no decías cuando tenías 15 y estabas necesitado" –giño sin pena.

LIAM: "Tenía 15 y estaba confundido..." –comenzaba a ponerse rojo.

LOUIS: "¡Tenías 15 y eras un pajero urgido!" –finalizó sacudiendo sus caderas al son de una canción inexistente en señal de victoria.

LIAM: "Okay..." –suspiro haciéndole saber que había ganado. –"Si has terminado de humillarme o de tratar de que tu flequillo se mantenga quieto, podemos irnos." –señalo esperanzado hacia el corredor.

LOUIS: "Me parece. Pero te juro que si no encuentro a alguien a quien tirarme porque mi flequillo no los impresiona, me tendrás que hacer el favorcito... aun con tus años y kilos de más." – se burló, no sin antes restregar su trasero en el costado de su amigo.

LIAM: "Idiota." –suspiro por segunda vez esa noche, mientras cerraba la puerta.

Tenía el presentimiento de que este no sería el  último suspiro de desapruebo en lo que quedaba de la velada, porque con Louis... nunca se sabe.

<<10:30 pm. En la residencia Styles. Habitación de Harold Edward Styles Cox. Entra Niall (amigo de la familia Styles), Gemma (hermana del susodicho), mientras Harry se acomoda el saco que hace juego con su traje. Llegarían a la hora precisa que se les había comunicado días anteriores (porque a Harry le molestaba la impuntualidad)>>

NIALL: "Oh pero que encanto" –silba el rubio a su mejor amigo, aplaudiendo y pidiéndole al más alto de los dos una vuelta.

HARRY: "Basta, Niall... además no es para tanto, tú también te vez muy bien. El color azul hace resaltar tu tono de piel." –dijo tratando de hacerle un cumplido.

GEMMA: "¡Tonterías hermanito, te vez radiante esta noche!"

NIALL: "¿Planeas ligarte a alguien?" –levanto las cejas mientras una risita escapaba de sus labios.

HARRY: "Umm... y-yo... es una beneficencia... debemos ir a aportar nuestro tiempo y recursos. Además, dudo mucho que algo suceda..." –contesto desinteresadamente acomodándose sus rizos rebeldes y rogaba por no ponerse rojo.

GEMMA: "Mmmm, apuesto a que con ese tux negro y esos ojos cautivaras a medio mundo." -giraba alrededor de su hermano delicadamente, con ánimos de alegrarlo.

NIALL: "Vamos Styles, el chofer nos está esperando y si tú no tienes la confianza para tirarte a alguien yo buscare a alguien que te haga los honores." –esto le hizo gracia y Harry solo asintió inseguro y con las mejillas muy rojas por segunda vez esa noche.

Al entrar a la limusina, le dio el presentimiento de que esta no sería la última ocasión en que sus mejillas sufrirían de pena  en lo que quedaba de la velada, porque con Niall y sus locuras... nunca se sabe.