Capítulo Nueve

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                    Hector
10 minutos y 50 rayos después, el nivel del agua bajó. La tormenta ha dejado una fría brisa que me eriza la piel. Todo está muy calmado, y el cielo se despeja cada vez más, pero aún no logro ver la cima de las montañas.

Todos estamos sentados a la orilla del mar, pero antes de eso recogimos la basura de los árboles que la tormenta arrancó. Fue una de las tormentas más fuertes de mi vida, y dejó todo como si un tornado hubiera pasado por aquí. El agua del mar estaba mezclada con lodo, y desde las montañas podía ver como ríos descendían arrastrando todo a su paso. Incluso arrancó un inmenso árbol. Los árboles tienen escasas hojas, y las ramas están esparcidas por todas partes. Las montañas, cubiertas de nubes, muestran la ferocidad de este mundo en que vivimos.

—Tengo mucho frío —dice Luisa.
—No podemos hacer nada, la lluvia mojó todos los troncos que teníamos para la fogatas —responde Tony.
—Y yo tengo hambre —dijo Gabby.
—Gabby, ¿Tú cuándo NO tienes hambre? —dijo Sebas.
—Cierra la boca —responde Gabby mientras todos nos moríamos de la risa por las ocurrencias de Sebas.

Estábamos mojados y no teníamos ropa seca. Si no moría de hipotermia, moriría de hambre. Como dije antes, el agua estaba mezclada con lodo y no veía peces por ningún lado. Los únicos peces que pude ver estaban muertos y cubiertos de lodo. Los árboles que tenían frutas se han caído y las frutas han desaparecido mágicamente.

Muero de ganas por una hamburguesa. Es una de mis comidas favoritas. Recuerdo que mi vecino solía vender, y todo el vecindario le compraba. ¡Eran tan ricas! Y Gabby siempre se comía 2 hamburguesas. Mi querida amiga siempre ha sido apasionada a la hora de comer. Si a ella le dijeran que en unas horas moriría, ella probablemente diría "¡Tráiganme una pizza!"

Estos días han sido una tortura para mi, no me gusta la comida que tenga que ver con el mar. Y Lo único que he comido desde que llegué a la isla han sido mangos, pescado, más pescado, cangrejos y cocos. Aunque me de asco, debo de comer, si no, moriré. Esto es parte de supervivencia, al igual que la adaptación. Cuando tenía 12 años aprendí que los seres vivos no podrían sobrevivir si no tuviéramos la habilidad de adaptarnos a cualquier situación que nos enfrentemos.

Eso es lo que debo hacer. Es tan simple que hasta un niño de 5 años lo haría. Adaptarme a este estilo de vida.
Volverme parte de la isla.
Ser un grano de arena en el mar.
Ser una molécula de agua en el río.
Ser un pez del mar.
Pero no estoy solo. Mis amigos. Más que mis amigos, mis hermanos. No sé si ellos sabrán hacer lo que yo haré. No sé si son lo suficientemente fuertes para hacerlos. Pero para eso estoy aquí.
Ahora me doy cuenta que para eso me he preparado con los problemas que me he enfrentado en el gran camino de la vida. Pero, ¿Y si no soy lo suficientemente capaz para lograrlo?
¿Y si caigo mientras camino?
Estoy seguro que mis amigos me ayudarán. Gabby, Sebas, Luisa, Will, Keila, y nuestro nuevo amigo, Tony. Tony.
¡Tony!
¡David!
David se ha ido, y no fui lo suficientemente inteligente para encontrarlo. Tal vez la mejor forma para encontrarlo era buscarlo más tiempo, o buscarlo con la luz del día a nuestro favor. Pero no hice nada.
No cometeré el mismo error con ellos, ahora son mi máxima prioridad.

No te preocupes, David. Me encargaré de Tony como si fuera mi hermano, como el que nunca tuve. No dejaré que nada le pasé. Seré su psicólogo, seré su amigo, seré su hermano y hasta un hombro en donde pueda llorar.

Y al resto, les prometo que nada les pasará mientras yo siga vivo.

El sol se esconde detrás de la gigantesca pared de coral.
Tony ha conseguido madera seca para la fogata de esta noche. Allí les contaré lo que vamos a hacer si queremos salir de esta vivos. Tony le prende fuego a los troncos y el calor golpea mi piel como si me tiraran una sábana. Yo empecé a hablar.

—Estamos en una isla que desconocemos. Las probabilidades de morir son muy altas, pero tenemos suerte de que nos tenemos el uno al otro. Y esta situación nos ha acercado poco a poco, hasta el punto en el que nos hemos convertido en una familia, y como familia debemos de cuidar nuestras espaldas —Le digo a mis hermanos. Adaptación. —Tony, tal vez pienses que tu hermano te ha dejado porque no te quiere, porque no le importas, pero no es así. Él se ha ido porque creyó que era una amenaza para ti. Pero por suerte te ha dejado con las mejores personas del mundo. Ten por seguro que nosotros te ayudaremos por lo que sea que pase, y ten por seguro que te levantaremos cuando caigas-Tony llora mientras Luisa lo abraza, ella igual llora.
—Y a todos ustedes no dejare que nada les pasé. Son mi familia ahora, y los cuidaré con mi vida —Todos lloran, creo que lo he hecho bien. Ellos necesitaban palabras de ánimo para seguir y no caer.
—Gracias, Hector. Yo siempre quise tener hermanas —dijo Tony mientras abrazaba a Luisa y miraba a Gabby y Keila —Y un hermano mayor —dijo mientras me miraba —Soy mayor que David por 1 minuto y 20 segundos.

Todos reímos por lo que Tony dijo y el humor nos cambia drásticamente. Gabby empieza con sus canciones perfectas para levantar el ánimo.

El clima sigue frío, pero el amor que se siente en este lugar ha cambiado el clima drásticamente.
El cielo está completamente despejado, y la luna ilumina las gigantescas montañas. Siempre he tenido una obsesión con las montañas. Creo que son defensores de un mundo completamente diferente detrás de ellas. Me pregunto qué guardarán las montañas de esta isla.
La noche tiene una tranquilidad muy extraña, sabiendo de las cosas que pasan aquí.

Les dije a todos que me iré a explorar
—¿Quieres que te acompañe? —me pregunta Tony
—No te preocupes, sólo quiero caminar por un rato.
—Está bien, ten mucho cuidado —me dijo Gabby
—Lo tendré —respondí.

Caminando en la orilla del mar me di cuenta que por aquí no ha pasado nada. Todo está aún más tranquilo que nuestro lado de la playa. Luego, me adentro en la selva. No necesito una antorcha porque la luna alumbra como una linterna. Pensando en lo que
estaríamos haciendo en Miami, el suelo se ponía más duro y ya no habían árboles en mi camino... Es una carretera, que parecía bastante cuidada para estar en una isla desierta. Esta gran caminata me ha dejado agotado, así que me di la vuelta y camino de regreso con los demás. Cuando llegué, todos estaban dormidos, así que yo hice lo mismo. Cuando me acuesto, me siento tan cansado que me duermo al instante, sin siquiera recordarme de la inusual carretera que encontré.

+++

Me encuentro en una selva, con sólo unos rayos de
Luz para ver. Veo a David, con un aspecto cansado, pálido y delgado, y sus ojos están rojos. Estoy parado enfrente de él, pero él no parece verme. Está caminando con una piedra que ha afilado en la mano y está caminando hacia Keila.
—¡DAVID! Te hemos buscado en todas partes, ¿En dónde te habías metido? —le dijo Keila.
—... —David sólo se queda callado, y la mira de una forma extraña.

Keila empieza a caminar hacia atrás, muy asustada, y empieza a gritar.
—Tony, encontré a David. David, ¿Te sientes bien? —La respuesta de David fue un silencio que daba mala vibra.
David levanta su brazo y apunta con su navaja a Keila. Keila, sin saber qué hacer, sale corriendo. David la persigue con una mirada tenebrosa, la isla lo ha vuelto loco. El camino esta bloqueado con un árbol que se cayó hace un rato. Keila se pega al tronco y cierra los ojos. Después de cinco segundos, abre sus ojos y no puedo creer lo que miro. Will ha bloqueado a David y le ha metido la navaja en el lado izquierdo de su pecho, directo al corazón. Intento ayudarlo, pero no puedo tocarlo.

Todo se pone borroso y me pongo un poco mareado. Logro ver un árbol cerca de mí. Me acerco a él, y mi intento fallido de mantenerme de pie se vio cancelado por un gran dolor en mi cabeza, un dolor que podría jurar que ha perforado mi cerebro.

Me despierto bañado en sudor con todos alrededor de mí.
—Hector, ¿Estás bien? Estabas gritando y estás bañado en sudor —me dice Luisa.
—Sí, estoy bien. Sólo tenía mucho calor —les digo y les doy una sonrisa.
Llamo a Tony y le digo:
—He encontrado una carretera. Quiero ir a investigar y ver a donde lleva y quiero que me acompañes, no puedo llevarlos a todos, es mejor que vayamos solos.
—Sí, te acompañaré, pero debemos prepararnos para el viaje —respondió Tony, con sorpresa en su cara
—Sí, ya tengo dos botes con agua que has encontrado y encontré un árbol con manzanas.
—Está bien, vámonos.

No les diré nada de el sueño que he tenido. No quiero quitarles la felicidad que tenemos en este momento, y es mejor que se quede así por el bien de nosotros.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2016 ⏰

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