Nadie

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Nadie lo hará,
nadie me buscará,
ni una persona se atreverá
Nadie me amará...

Ese día de invierno parecía infinito. Los ciudadanos pasaban como cualquier día.

Caía al vacío.

Los perros comenzaron a ladrar; algo grande pasaba.

Todos mis recuerdos pasaron por mis ojos.

Unos pocos se alertaron de lo que sucedía; algunos sin sentimientos grababan, otros miraban una "experiencia única", otros se tapaban los ojos, y de los mismos separaban los dedos para ver.

Cercano, llegando a mi destino.

Todo pasaba muy rápido, excepto para él.

Dolor gigante y todo blanco...

Así este desesperado hombre se quitó la vida; todos mirando; algunos gritaron, otros lloraron, otros nada sentimentales rieron, y otros pocos estaban confundidos.

Nadie lo escucho,
¡Menos lo vio!
Por esa razón cayó;
Él se suicidó.

Relatos De Mentes Destruidas Y Retorcidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora