Era un día normal como otro día cualquiera y como siempre mi padre me despertó
-¡Arriba floja!
Me levanté al grito y me extraño que no se escuchara la radio como era de costumbre por parte de mi padre,tampoco le eché mucha cuenta,me preparé para ir al instituto,al salir por la puerta se escuchó un ruido en el cuarto de contadores y mi padre dijo
-Va dale no te quedes ahí,muevete o vas a llegar tarde.
-Es temprano aún-le respondí.
-Bueno,pero no te quedes parada en esa puerta.
Mi padre arrancó la moto para acercarme como casi todas las mañanas,en la calle no había nadie,estaba desierta ni siquiera los típicos vendedores de pañuelos en los semáforos.Había un chico muy extraño cruzando la calle al cual mi padre esquivó y este gritó de forma extraña.Llegamos al instituto y no había nadie en la puerta la cual estaba abierta normalmente no la abrían hasta las 8:25 y solo eran las 8:00,entré y mis compañeros estaban dentro alrededor de un chico con colvulsiones y los ojos totalmente en blanco y un gran mordisco en el brazo y su cara llena de sangre,los profesores nos mandaron a las clases de inmediato y nos dijeron que cerramos el pestillo,hicimos caso y todos los que habíamos en el patio subimos a una misma clase para no separarnos y nos encerramos dentro.Hablamos sobre lo ocurrido y entre todos caímos en que podía haber zombies.