¿Por qué cuándo más te necesito no estás?

Capítulo 7

No podía creer lo que estaba pasando. Carlos me vio con Pablo en la fiesta y se fue con otra, no me habló en toda la fiesta pero a la vuelta se harta de hablar conmigo y lo más fuerte que me coge de la mano y empieza a correr como sí se le fuera la vida por las manos y ahora estábamos ahí enfrente de aquel paso de cebra viendo como los coches pasaban y el reloj quedaba en medio de la carretera intacto, la gente se movía a nuestro alrededor, las luces de los semáforos se cambiaban y nosotros estábamos ahí quietos, de la mano, mirándonos cuando me soltó y fue a por el reloj. No entendía que pretendía con todo esto, era todo muy indeciso. Cuando volvió, seguimos andando hasta donde estaba el resto de la gente y me lo soltó sin más, la razón por la que estaba raro conmigo

-Se lo que pasó en Pascua, se que no ha sido la única vez que has estado con el, y se que el de hoy era el.

No pensé que esto me podía estar pasando cuando empezó a sangrarme la nariz. Que surrealista era todo. Empezó a reírse de mi y me dio un clinex para poder ponerme en la nariz. Este momento a verdad, supe que no se me iba a olvidar en la vida. Pasaron varios minutos y ya se me pasó lo de la nariz cuando se volvió a acercar y me dijo

- Sigo esperando a que me respondas o si es que piensas hacerlo.- me cogió de la mano y me miro a los ojos fijamente

cuando le respondí

-supongo que mi razón no es nada creíble, y no vas a creerla pero iba borracha y el también y....- no me dejo acabar cuando el contestó

- se que ibais borrachos pero por favor Carlota, fue la misma noche que llegué, que fui solo para verte y me hiciste eso.. Es que no se qué hacer, pensé en dejar de hablarte supuse que sería lo mejor pero iba a ser imposible.

Esas palabras me llegaron muy al corazón y no tuve más remedio que abrazarle

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Esa noche fuimos a un pub cerca del piso de mi prima y la verdad que estuvimos toda la noche hablando pero no del tema, todo era mucho más ameno. Al irnos de allí, Carlos se quedaba así que me acerqué y en bajito le dije

- Te esperaré esta noche, cuando vuelvas si quieres hablamos mejor porque este no es el mejor lugar y le di un beso en la mejilla.

Desaparecimos del pub.

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Pasaron las horas y Carlos no llegaba, entre película y película me dieron las 5 de la mañana y por mi buena suerte, no había llegado así que opté por dormirme y que ya mañana fuera otro día cuando, sonó el timbre. Si, mi suerte me acompaña siempre y no en los buenos momentos ni en los más indicados.

Me levanté y abrí la puerta y ahí estaba, con los pelos revueltos, con la misma camiseta Blanc de esta mañana con manchas de tinto, unos vaqueros claros rotos y los tenis. El se quedó en la puerta mirando mis pintas de dormida-borracha mientras los amigos entraban por la puerta diciendo

- Bien Carlos bien esta noche has triunfado, que ídolo eres!!!

No sabía a que venía pero la verdad, si lo supiera me haría más daño y sólo me fije como se le iba cambiando la cara cuando los amigos decían esas cosas. Me di la vuelta y me metí en le cuarto viendo de reojo como Carlos me miraba. No quería saber nada del tema.