Poderosas

2-Conociéndonos II

CHLOE

-¡Ya he llegado!-gritó al llegar a su piso.

-¡En la cocina!- respondió su madre.

Chloe fue hacia allá y se dejó caer en una silla. Su madre estaba recogiendo sus cosas y su hermano todavía seguía comiendo. Cogió un plato y se sirvió el delicioso plato estrella de su madre, los espaguetis.

-¿Que tal el primer día de colegio?- preguntó su madre.

-Bien- respondió su hermano con la boca llena -he quedado para ir a jugar a hockey- les contó.

-Yo he quedado con unas amigas para ir a su casa- contó Chloe.

-Me alegro mucho- les dijo su madre -esto no es tan horrible como parecía ¿eh? - les preguntó.

-No-admitieron los dos hermanos de mala gana.

A la hora pactada Chloe se encontraba ya en el portal de la casa de Kelsey. Se miró en el espejo del ascensor. Seguía con la misma ropa que a la mañana, pero ahora llevaba el pelo suelto y no en una coleta, además ahora llevaba otra mochila con un bañador y una toalla. Tenía la intención de ir después a nadar.

-Hola- dijo al tiempo en el que ingresaba en la lujosa casa de la chica. El suelo era de mármol y se podía ver que los muebles eran bastante caros.

Kelsey la condujo escaleras arriba hasta su habitación.

Esta era como la de una princesa. Una gran cama, paredes pintadas de rosa, una mesa pulcramente ordenada y unas grandes ventanas desde las que podías ver el parque de Middleton.

-¿Te gusta mi habitación?-le preguntó Kelsey divertida por la forma en la que su amiga miraba todo.

-Me encanta-susurró mirando todo todavía embobada.

-Ponte cómoda, estás en tu casa- le instó Kelsey.

-No voy a decirte que no- respondió Chloe dejandose caer en la cama de su amiga. Estaban las dos tumbadas y todavía cabía alguien más grande que ellas dos. El colchón era mullido y Chloe hundió su cabeza entre los cojines y el edredón de flores de Kelsey.

Así pasaron el rato hasta que oyeron como llamaban a la puerta de la habitación y a continuación ingresaban en ella Sarah y Anny con sus cámaras de fotos.

SARAH

En cuanto había visto el piso de abajo, la chica ya supo que Kelsey era una chica con su vida resuelta. Y no se equivocaba. Sus padres eran ricos, si ella decidía no trabajar no tendría problema alguno.

-Hola chicas- saludó Anny entrando al cuarto de Kelsey mientras Sarah le seguía.

-Hola- respondieron Chloe y la castaña.

-Veo que te gusta jugar a imaginar tu futuro-comentó Sarah al tiempo que se sentaba en el suelo y jugaba con una casa de muñecas enorme.

-Es de cuando era pequeña-resopló Kelsey desde la cama.

-Sí, sí..., te creemos- le vaciló Chloe a la chica. Esta estaba también tumbada en la cama y la cabeza le colgaba de un lado.

-Por lo visto Kelsey siempre ha sido como una princesita- siguió con la broma Anny.

-Una princesita estirada- añadió Sarah que seguía jugando con la casa.

Nada más decir eso Sarah recibió un golpe en la cabeza que la inclinó hacia un lado.

"¿Pero qué?" se dijo confundida.

Su pregunta se vio respondida cuando giró la cabeza y vio un cojín a su derecha y a Kelsey con una sonrisa pícara.