Al fin era sábado y las cuatro chicas habían quedado para dar una vuelta.
-Estamos en el parque Kelsey- le dijo Sarah.
-Ya lo se- respondió la aludid
-Entonces qué haces tan arreglada- dijo Anny.
-No es la ropa mas adecuada- añadió Chloe mirándola de arriba a abajo.
Todas iban con vaqueros, sudadera y deportivas ya que habían quedado para andar en bici pero Kelsey había elegido ponerse una falda y unas sandalias.
-Puedo ir perfectamente así, además voy guapísima-dijo como si fuese una ofensa que le hubiesen dicho eso echando hacia atrás sus perfectos rizos castaños.
Sarah bufó perdiendo la paciencia en ese tema.
-Venga vamos- dijo ya de los nervios.
Llevaban ya un rato andando en bici y se habían internado en el bosque, por el camino del acantilado.
Kelsey se había cansado ya y había decidido pararse.
- Descanso- reclamó bajandose de la bici.
Las demás también se pararon al lado de unas rocas enormes mirando al mar.
- Mierda, mierda, mierda- murmuraba Kelsey alisandose la falda - nunca mas falda para excursiones.
-Ven aquí- le llamó Chloe sentada en la hierba.
-Ah, no, yo no me siento ahí- dijo la chica buscando un lugar donde poder descansar.
Al final se subió encima de las rocas buscando un hueco.
-Mirad esto chicas- les llamó.
Todas subieron a donde se encontraba la otra. Entre dos grandes rocas al borde del acantilado había un agujero.
-¿Haber?- exclamó Sarah apartando a Kelsey -parece que aquí hay un dibujo, pero no veo bien, tal vez sí...- pero no llegó a acabar la frase.
Se había inclinado tanto para ver el dibujo que se había caído dentro.
El agujero tenía una especie de entrada y luego una caída hasta llegar a donde se encontraba ahora Sarah. Un amplio espacio en el que no se veía nada.
-¡Chicas!- gritó.
Podía escuchar las voces de sus amigas en el exterior.
En un instante oyó un sonido deslizante y al siguiente otra persona apareció a su lado.
-¡Chloe!- exclamó al ver a su amiga que iluminaba la escena con la luz linterna de su móvil.
-Increíble...- murmuró esta mirando las paredes de la cueva. Estas estaban llenas de dibujos.
-¡Bajad!- gritó -¡luego se puede subir!- dijo Chloe mirando la rampa de caída. En las esquinas de estas había pequeñas rocas que podían servir de soporte para escalar.
Primero se dejó caer Anny y luego Kelsey.
-Mirad esto- les llamó Anny señalando un dibujo en la entrada.
Era el palacio de sus sueños, el de las altas torres.
-¡Aquí!- gritó Sarah. Este dibujo era el de una especie de amuleto.
-Chicas, esto es raro, me quiero ir de aquí, esto no es casualidad. Todas hemos tenido el mismo sueño, el del palacio y ahora nos encontramos dibujos de él
¡Vamonos de aquí!- chilló Kelsey. desesperada.
Pero antes de seguir hablando se vio interrumpida por un grito de Chloe.
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Poderosas
Подростковая литература4 chicas normales, o tal vez no tanto. Ellas descubren que tienen poderes, cada una, uno diferente. Tendrán que aprender a controlarlos a la vez que siguen con sus vidas con total normalidad para no levantar sospechas.