Ella era la ruina.
MI RUINA.
Se rompía en mil pedazos y luego caía.
Cortaba, pero apenas había sangre.
Nadie se acercaba, todos le temían y a mi me atraía como la miel.
Tenía cientos de polvos,
que deseaba quitarle.Destruida seguía siendo hermosa, y aún lo era más por dentro que por fuera.
Como el mismísimo Coliseum.
Era tan débil, que nadie se atrevía a tocarla por miedo a hacerla desaparecer.
Yo, inútil que fui, me adentré tanto, que no conseguí salir.
Cuando leáis esto posiblemente no este, y sea otra polvo más, de ésta ruina.
TÚ.