Yo no le tenía miedo al monstruo de debajo de mi cama, pues habitaba conmigo entre mis sabanas.
Ni miedo al coco, ni al lobo feroz, pues era yo la que aullaba desde mi ventana.
Ni a los vampiros de los cuales me alimentaba.
Ni a los fantasmas con los cuales jugaba.
No le tenía miedo a ninguna clase de monstruos, pero ellos a mi sí, pues a diferencia de ellos yo era real,
soy real.Y soy el peor monstruo de todos.
Soy humano.
Mato gente por ataques de locura y celos.
Mato animales por el simple placer de verlos sufrir.
Hago que otros seres humanos pasen hambre y enfermedades, mientras en mi país se ríen de la medicina y educación.
Soy el peor monstruo que ha existido y le tengo compasión al coco, al fantasma y al monstruo de debajo de mi cama,
que pretenden asustarme a mí,
cuando son ellos los que salen huyendo al verme.