Odio esa sensación de vacío cuando pienso en ella y no esta.
Esa sensación de angustia de querer tenerla y no poder.
Esa sensación de sentirla cada vez más lejos, aun estando cerca.
Esa sensación de perderla, pese a no haber sido nunca mía.
Pero sobre todo odio sentir que formo parte de tu vida, y que tú te hayas convertido en la mía.
