Capítulo I

8 0 0
                                    

Mi vida no ha sido muy fácil, desde pequeña me pasó un trágico accidente que de por milagro estoy aquí.
No daban más esperanza para mí, pero luche por que no quería apartarme de ellos: mi familia.

Fue muy duro soportar insultos, penas y burlas, y peor aun ver llorar a mis padres, que hacían de todo para que no me diera cuenta de la realidad que me rodeaba. La realidad que por suerte no todos conocen.

Iba a terapias para mejorar la condición en que estaba, me enseñaron muchas cosas y una de ellas fue aprender a caminar, a caminar con andador ya que el accidente me dejó en este estado. Lo que más me gustaba en las terapias, era los masajes <<Masajes que te hacen soñar>> y los fabulosos cuentos de fantasía que nos contaban para olvidar la angustia de estar ahí.

Ya iba creciendo y descubriendo cosas que no podría disfrutar, es horrible por que aún sigo descubriendo más y más.
Pero aveces fingir felicidad es bueno para los que te quieren.
Por que mostrar tus verdaderos temores no trae más que puro dolor.

Y así transcurrieron los años, los meses, semanas, días...

Y es así como comienza esta historia

Mi madre comenzó a terminar la construcción de la casa para estar un poco más cómodos y poder ganar dinero alquilando una habitación de ella.
No tardó en terminarla y tampoco en alquilarla.

Los señores que habían llegado eran muy amables con nosotros, ya que, cuando necesitábamos de algo, ellos no tardaban en ofrecernos su ayuda.
 
Era una familia de cuatro, lo común, dos hijos y los padres.
Me hice amiga de sus hijos, pero con quien más frecuentaba era con Lucía, una chica demasiado alegre y divertida, la mayor de los hijos. El menor tenia 9 años y ella 14.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 28, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi cuarto errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora