Como la mayoría de nosotras , acerca de mi nacimiento sé lo que me contaron mi mamá y mi papá: que llegué a este mundo el primer día de otoño de 1997, un 21 de marzo a las 19.30, en la maternidad Suizo Argentina, y que pesé dos kilos setecientos. Dicen que era tan chiquita que mi mamá, Mariana, decía que el nombre Martina me quedaba muy grande para lo diminuta que era, entonces pensó en achicar el nombre y lo abrevió a Tini, el mismo sobrenombre con el que todos me llaman ahora. Pero no siempre fui Tini o Martina . Parece que cuando estaba en la panza, mi mamá quería ponerme Sofía, hasta que el ecografista le contó que ya había muchas nenas con ese nombre. Así que cambió de idea y pensó en llamarme Olivia. Y ese fue el que me puso durante un tiempo y con el que figuro en la ecografía que ella todavía guarda de recuerdo. Pero a mi papá, Alejandro, el que más le gustaba era Martina y ese fue el nombre que finalmente me pusieron. Me gusta llamarme Martina. Sobre todo desde que mis papás me contaron lo que significa. Miren, ¡acá está! Así soy yo (según el significado de mi nombre) "Su naturaleza emotiva se manifiesta en la expresión artística y el humor . Ama el color, las proporciones y tiene un ánimo alegre. Le gusta sentirse acompañada y se adapta a todo. Es creativa, constante, firme y con una gran determinación para hacer las cosas. Esta característica puede apreciarse cuando se propone algo. Extrovertida y activa , se siente bien rodeada de gente. Tiene grandes capacidades para organizar y también es responsable, cualidades que la hacen idónea para ocupar cargos importantes. Respeta a las personas y exige el mismo trato hacia ella. Es justa y tiene elevados ideales con respecto a este valor. No le gustan las mentiras y saca de su vida a aquellas personas que en algún momento la engañan. Ama la dignidad, lo bello, lo que crece y engrandece. Tiene talento natural. Educa y embellece. No tanto por su propio bien sino por el de los demás".
