Parte 6: Problemas serios

258 12 4
                                    

- ¿Mamá? -digo aterrada.

-Gabriel ¿eres tú? 

Estamos perdidos.

***

Antes de poder decir alguna cosa, Gabriel apaga el motor y procede  a bajarse del auto, camina hacia mi madre y antes de abrir la boca, la bruja loca le lanza un golpe directo a la cara. Miro la escena horrorizada. Sí mi madre está realmente loca ¿cómo puede reaccionar así?. De todas formas no puede hacer eso, cualquiera sea la situación por la que me alejaron de él no puede ser tan grave ¿o sí?.

-Señora... ¿pero qué le pasa? - dice mientras se toca mejilla enrojecida por el golpe.

-¡Qué! ¡¿qué me pasa?! ¡¿que diablos haces con mi hija?! - mi madre está realmente furiosa pero la misma pregunta me hago yo - ¿qué le hiciste? ¿es que ya son novios y duermen juntos? 

-Yo ... sólo nos encontramos en mi escuela una vez y... - mi madre lo interrumpe.

-¡Me importa una mierda! ¿te acostaste con ella? no, peor aún  ¿qué le has contado? ¡Dime!¡Dímelo ahora! - continúa gritando en medio de la calle.


Pero que le pasa a mi madre, esto es una sobre-reacción. Realmente está loca.


Intento calmarme, sigo dentro del auto, respiro profundo mientras escucho los gritos desquiciados de mi madre, y sin entender nada, salgo del auto y cierro la puerta. Camino al centro de la atención ¡Dios! estoy aterrada.

-Mamá, ¿qué es lo que Gabriel me tenía que contar? - logro decir pero mamá no me mira, solo tiene una mirada de odio - ¿mamá?

-¡Cállate! sí te alejé de él fue por algo no te interesa y punto - ahora es Gabriel quien interrumpe.

-Señora... ya es suficiente, es hora de que Anne lo sepa -dice alzando la voz.

-Ya, basta de show, entremos a casa y me tendrán que explicar que es lo pasa - digo sin saber con qué me voy a encontrar.

Gabriel pasa su mano por mi hombro y camina en dirección a mi casa, mientras mi madre lo fulmina con la mirada. Cuando entramos siento que mi estómago va a reventar y mi corazón se saldrá de su sitio en cualquier momento. Mi madre abre la puerta y se queda de pie en el salón. Sigo sin entender nada y con mi mejor cara observo a mi chico demasiado nervioso. Él me mira, esboza una pequeña sonrisa nerviosa y susurra "perdón". Dirijo la mirada hacia mamá quien como una verdadera tirana comienza a hablar. 

-No sé qué te ha dicho este mocoso, pero todo lo que hice fue por nosotras dos, siempre quise lo mejor para ti. Soy tu madre  y no me arrepiento de nada. ¡De nada! - recalca.

-¿De qué hablas? Gabriel no me ha dicho nada, no entiendo porque me dices esas cosas - y sin querer una lágrima se asoma a mis ojos.

-Hija, siento que las cosas pasaran así, te lo iba a decir de todas formas, solo que no sabía cómo - continua mi madre a quien también se le asoman lágrimas a los ojos. - Hija mía, tu padre...

-¿Qué pasa con él? - mi corazón empieza a correr su propia maratón - ¡Mamá habla ya!- grito desesperada-

-Él... no... falleció  -dice finalmente mientras el mundo se me vienen abajo, sin contenerme grito como una loca y las lágrimas salen solas de mis ojos.

-¡¿Qué?! ¡que mierda es esta mamá!  -  me dirijo rápidamente a Gabriel - ¡Tú! ¡¿sabías esto verdad?! - lo apunto con el dedo.

-Princesa, yo no era el indicado para decirte esto... -hace una pausa, mirándome como si fuera un extraño animal - quería hacerlo, créeme, desde que te vi por primera vez en la feria de ciencias, pero no soy yo quien debía hacerlo - lo interrumpo.

Vidas Cruzadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora