musa

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El poema hace al escritor, mientras éste cuenta en sus lineas quien lo creó,
Es el transcurso de la monotonía,
El camino marcado de un ilustre y vano sentimiento,
Que hace creer poeta a un gran escritor.
Los versos llaman a las sonrisas finjidas
Diciéndole que intenten ser sonrisas una vez más.
Camina en silencio el ruido
Y sus pasos marcan el ámbito,
La voz callada de una musa esta por leerse en sus ojos,
Y
Aparece,
Una musa que poseía en su semblante magia de encanto.
Y sus letras, cada una leída con interes de decifrarle el sentimiento.
Sus gustos dicen: -ven y conoceme.
Mientras mis gustos me piden el gusto de conocerle.
Un día de esos.
De los impacientes sábados que se van marchitando con la víspera dominguera.
Y la vida que enseña por que vivir.
Su nombre
Su mirada en la fotografía me delatan el gusto que ya sintió la cámara que capto sus ojos.
Sus labios que profundizan un baile de flamenco entre ellos y los míos.
Y sus mejillas llenas de suavidad,
Las cuales me incitan a besarle.
Un beso en sus mejillas.
Un beso que le quite la pena
Que gozan de libertad profunda
Y llenan de libertad ajena.
Ella
Que provee a mis sentímientos ese toque de emociones.
Emociones que pintan de celeste su cielo
Sus cabellos cortos. Ese cabello
Que le enmarca el rostro.
El mismo que enamora poetas,
Es ella quizás,
La musa que necesitan mis versos.

Un beso para el manicomioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora