Un beso para el manicomio

loco o poeta

Mi abrigo es un campo de amapolas,
De verde escarcha y sonidos agudos,
Tan finos como la seda,
Un abrigo de amapolas blancas con pieles morenas,
Con sus pétalos llenos de esquemas y paraísos escondidos,
Con esto me abrigo,
Con lo que los locos tachan de poesía y los poetas de locura,
locos que me señalan por abrigarme,
Poetas que quieren verme desnudo,
Que dicen que me desgarro en un nudo la garganta,
Poetas que levantan mi ánimo y locos que me dan esperanzas,
Esperanzas para observar la vida de manera distinta,
Que me hace ver las mariposas en forma obscura y las sombras de colores,
Que me hacen escribir sonetos a mis amores y poemas a mis musas,
Que me desbordan de la locura y me endulzan la amargura con que desahogo un sentimiento,
Que me tienen como loco bien adentro de mi yo poeta interno,
Que hacen que mi locura me vista de poeta,
Pues me visto de flores blancas,
De pureza amapolita,
Insólita vestimenta con mi sombrero a base de hojas de menta,
Con una vista que me fermenta,
Que me causa tormentas llenas de estruendos,
Que me enloquece y me reúne en una lágrima la idea,
En mi puño hay un arma,
Y es para escribir,
Para escribir las locuras de un poeta que escribe como loco,
Pues ni yo se,
Si sere loco o poeta,
Si sere como los autobuses llenos de pasajeros que van desperdigados llenos de sueños,
O como de esos autobuses que sólo llevan cargas,
Camiones,
Si sere una larva o bien una oruga,
Si sere una abeja o bien Tan sólo un insecto,
Pues no se si un poeta llegará a pisar mis sueños,
O un loco a alimentarse,
No se si sere yo mismo quien me achaque,
O bien si abra mis alas para volar,
Me visto de un abrigo cubierto de amapolas,
De flores que consuelan amores,
Que en sus hojas llevan azahar,
Al borde de mi locura iré a quedar,
Declamando un poema que quizás otro loco este leyendo,
O bien un lector apreciando,
Sere entonces,
Loco o poeta.