Me gustas

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No te ha pasado que de repente se te vienen a ti miles de recuerdos que a como te hacen bien te hacen mal?...

Era una mañana de miércoles en la que podía levantarme de mi cama sin preocupación alguna, casualmente tocaba realizarme unos exámenes de sangre en una clínica de la capital, sin mencionar que tengo pavor a las agujas mas cuando se trata de sacarme sangre. Camino a la clínica con mi señora madre íbamos en el vehículo conversando. Al llegar a nuestro destino ella se separó de mi ya que tenia que ir a trabajar, en cambio yo me quede haciendo espera mientras atendian a las personas antes de mi, mientras esperaba en la clínica mire a alguien, de cierto modo me recordó algo, o a alguien, sus ojos, sus cachetes, su boca incluso, su cuerpo moreno y delgado, una flaquita en la sala de espera, notó mi tan disimulada mirada (la veía a los ojos) y sonreia cada vez que la miraba de nuevo, en un descuido miré hacia otra direccion y cuando la quise ver de nuevo ya no estaba, desapareció.

- Hola! -me dijo, no me percate que se sentó. A la par mia.
- hola, me has asustado. - le dije un tanto nervioso.
- como estas?
- pues aqui bien, un tanto nervioso.
- por que nervioso? Yo te veo tranquilo. - riendome de eso le explico mi temor a este tipo de exámenes (lo se, es tonto)
- ya no estes asi, veras que todo saldrá bien.
- Dios te escuche mujer, y tu como te llamas?
- si adivinas mi nombre vas a ver que ni sentiras el pinchon de la aguja (rie) - no les ha pasado que a veces el nombre de las personas tiene que ver con su aspecto fisico? Hay gente que tiene cara de carlos, chicas con cara de maria otras con caras de ana, resultara gracioso pero es cierto.
- Dayana! Le digo con un rostro de duda.
- un poco cerca, mucho gusto, soy Diana. - me dijo estrechando su mano y dandome un beso en la mejilla.
- marcos, mucho gusto. - digo respondiendo a su saludo.

Mientras ambos esperábamos para ser atendidos, nuestra platica fué un tanto graciosa y para conocernos, mas que todo para pasar el rato.
Luego de quizás media hora la enfermera llama a un grupo de 8 personas a la sala de sustracción de sangre (sala de exámenes) entre ellos Diana y yo.
Dentro de la sala ambos nos veíamos nerviosos, les recuerdo que no me agrada ese tipo de cosas.
Luego de que nos sacaran la sangre para los exámenes salimos de la sala, yo me despido de ella deceandole un buen dia, pero luego se voltea:
- me dejas tu número?
- claro. Me escribes un mensaje con tu nombre.
- claro que si, yo te escribo. - me dijo sonriendo y se despidio de mi.
Luego de eso, sali del hospital esperando a tomar pronto la ruta antes despidiendome de mi madre para ya regresar a Jinotepe, luego de tomar la ruta hacia la terminal, saque mi celular esperando su mensaje, pensando en sus ojos profundos, llegando a la terminal, la ruta me ha dejado enfrente, y es necesario cruzar la calle. Todo iba bien hasta que me llega su mensaje, lo habro y al resto leerlo se puso una sonrisa en mi rostro.

"Me gustas.
Att: diana"

- lo lei y de pronto. No tenia mi celular, alguien mas iba corriendo con el...

#realidad.

Un beso para el manicomioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora