Èl, evitaba que ella pudiese ver el mundo de otra menara, evitaba que sintiera cosas que podrìan lastimarla o quizàs le gustarà a ella sentir todos aquellos sentimientos nuevos que èl no queria. Creandolè un falso mundo de felicidad donde solo èl, pudiese elegir lo bueno para aquella niña que cuidaba desde que vìo sus ojos por primera vez.. Aunque èl sabìa que las cosas cambiarìa luchaba, día a dìa por crear la felicidad de aquella niña sin necesidad de que ella fuera a experimentar.. Pero no siempre puedes controlar lo que deseas o anhelas, màs aún cuando llegan sentimientos que no sabias que existìan.. Y eso fuè lo que paso, por muy doloroso que fuera, èl vío como su pequeña observaba aquello que èl siempre evitaba para ella. Desde lejos notò como sus ojos puedian hablar a otros, sentìo ese frìo cuando le dijieron algo bonito y aùn màs.. Se anonó mientras le daban su primer beso. Todo eso evitaba èl, pero por mucho que lo hiciera no podia evitar al destino... Pues sabía muy bien que el amor toca todas las puertas, y aunque no estemos de acuerdo, debemos dejarlo entrar. Y aunque a veces llega por siempre u por momentos, siempre tendremos a nuestro enemigo leal, al cual le llamamos.. Papà.