- Bai Long ¿Qué esta pasando? - pregunté.
- Sally, dejame a mi. - dijo Víctor. Es asunto mio.
- ¿Pero como te voy a dejar? Vas con muletas.
¿Que queréis de el?Uno de los chicos de detrás de Bai Long chutó un balón hacía Víctor.
-¡¡Victor!! - grité.
- Mira si va a defenderle su novieta - dijo el chico que chutó.
- Grrrr... - gruñi de rabia.
- Vamos a darle el golpe final.
Un chico con un parche en el ojo y con apariencia de pirata se dispuso a chutar el balón.
-¡Ven a mi,Poseidon, Rey De Los Mares!- gritó.
De su espalda salió una especie de monstruo del cual saco una súper técnica de tiro.
-¡No permitiré que hagas daño a Víctor! - dije levantándome del suelo.
-¡gggggrrrrr...ahhhh! Me sentí más fuerte como si toda mi fuerza se concentrase en un solo punto.
-¡¿Esta sacando un espíritu guerrero?! - dijo Bai Long.
- ¡Grrr...ahhhhh! - devolví del chut.
- ¡¿ Ha bloqueado el chut ?! - preguntaron todos perplejos.
Mi espíritu guerrero desapareció y yo me desplome.
- Vaya... Esto ha sido interesante. Volveremos a vernos -dijo el otro chico.
A los 5 minutos la voz de Victor me despertó.
- Sally ¿Estas bien? Menos mal que has despertado. - dijo con una sonrisa tranquilizadora.
- ¿Qué me ha pasado? - pregunté.
- Es una larga historia. - dijo el en un tono serio.
Lo importante es que éstas bien.
No se que hubiese hecho si te hubiese pasado algo. - dijo mientras se sonrojaba.- Va a ser que te importo y todo - dije con una mueca.
- Claro que me importas ¿A quien iba a chinchar si te pasa algo? - dijo riéndose.
- Que gracioso - dije mientras le alborotaba el pelo.
Vamos hacia la clínica para tu rehabilitación anda.Le tendí mi mano y se levantó del suelo.
Llegamos a la clínica y le hicieron pruebas a Víctor.
- Todo va bien, en un par de semanas podrá volver al fútbol. - dijo la doctora.
En esos momentos los ojos de Víctor se iluminaron. El fútbol le hacía muy feliz.
Volvimos a casa en bus ya que estábamos muy cansados y ya era bastante tarde.
En casa nos esperaba Gabi con la cena.
- ¿ Dónde estabais ? - preguntó.
No queríamos contarle nada sobre el indiciente contra aquellos chicos así que dijimos que había mucha gente.
- Que bien cocinas hermanito, echaba de menos tus comidas. - Dije sonriendo.
- Je,je,je. Pobre Víctor a saber que te ha cocinado esta chica - dijo riéndose.
- ¡Oye! - bufé.
Ellos se rieron y yo sonreí.
Después de cenar me subí a la terraza de nuestra casa. Estaba encima del último piso (Azotea)
Siempre que me preocupaba algo o me sentía mal subía allí.
- Sally, ¿Dónde éstas? - dijo Victor.
- Estoy en la azotea.
En un rato subió.
-¿Para que subes? Están con las muletas. - Dije.
- Quería hablar contigo, sobre lo que paso esta tarde. - dijo.
- ¿Sobre... Lo de esta tarde? - dije ruborizandome.
- Si... Tienes un poder especial, eres una invocadora.
- ¿Una qué? - pregunté extrañada.
- Una invocadora,es decir que puedes invocar a un espíritu guerrero. - me explicó.
Los espíritus guerreros son la representación de un alma fuerte y en plena sincronía con sus sentimientos y su cuerpo.
Es muy difícil poder sacar a un espíritu guerrero.
- Vaya... - dije.
- Por eso quiero que hagas algo. No puedes desperdiciar tu poder, unete al club de fútbol.
-¡¿Yo...?! Estas de broma. No se me da bien el fútbol.
- Pero tienes talento,con un poco de práctica lo conseguirás.
- Bueno..no se me lo tengo que pensar.
- Yo estaré a tu lado tomes la decisión que tomes. - dijo sonriendome.
Me ruboricé.
- Buenas noches. - dijo levantándose de la silla.
- Buenas noches - dije dándole un beso en la mejilla y sonriendo.