Víctor fue a continuar el partido con mi apoyo, algo que el consideraba necesario.
No sabía muy bien porque pero en mi estomago habían vuelto a florecer sentimientos que antes había sentido, cuando todo estaba bien con Víctor.
Creo que lo mejor del partido fue poder ver a Víctor jugar sin remordimientos, disfrutando del fútbol sin presiones. Ahí es cuando demuestra lo que vale. Y lo hizo. El Raimon ganó con tres goles de Víctor.
Después del partido todos fueron a celebrarlo y yo me fuí a casa pasando por el Barrio de tiendas, quería comprar unos bollitos de crema :3
Desde la ventana del Rai Rai, Víctor me vio y salió a buscarme.
- H..Hola.. - Dijo ruborizado.
- Hola- contesté.
- ¿Por qué no te quedas a celebrar la victoria?
- No me apetece además estoy algo cansada...
- ¿Quieres que te acompañe a casa?
- No, no. Tu estás de fiesta además se cuidar de mi misma.
- ¡¡EEEEHHH! Víctor ya están las sopas listas - gritó JP desde el Rai Rai.
- Quedaos con la mía, me voy a casa. - Dijo él.
- Eso eso, iros y pasadlo bien tortolitos - gritó Skie
Los dos nos miramos y nos sonrojamos.
Finalmente Víctor me acompaño a casa. No me dolía nada pero lo dije para no tener que quedarme a la fiesta.
Pasamos a por unos refrescos a la tienda que está en la ribera el plan era quedarnos en la hierba de la ribera hablando, pero en ese momento apareció Bai Long.
El que faltaba - pensé
Menos mal que pude librarme de el rápido con un estoy enferma y me voy a ir a casa.
Después de hablar con Víctor en la ribera si que me empecé a encontrar mal, de hecho me llegué a marear y perder el conocimiento.
- ¿Estás bien? - me preguntó Victor.
Fue el primero al que ví al despertar.
- ¿Dónde estamos? ¿QUÉ HACEMOS EN MI CASA?
- Tenías las llaves en el bolsillo... - Respondió Víctor.
Cuando bajé al salón Víctor me había preparado un caldito para cenar y para que recuperará fuerzas.
Me había tratado tan bien...
Después de cenar subí a mi habitación a cambiarme de ropa, no tenía ni el pijama puesto xD
Cuando subí el primer escalón me dio un bajón de tensión y me caí.
Menos mal que Víctor estaba allí para sujetarme. En ese momento nuestros labios chocaron nos quedamos mirando fijamente cuando...