"Un salvador inesperado"

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Me giré asombrada por la potencia de ese tiro. Jamás había visto tanta pasión y fuerza en un balón.

Para mi sorpresa el que chutó fue Víctor Blade.

- Vosotros,dejadla tranquila. - dijo desafiante.

Mientras lo decía un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, sus ojos transmitían seguridad y fuerza.

-¿Y qué nos vas a hacer pelopincho? - dijo uno de los matones tirando el balón al agua.

Víctor se puso furioso y golpeo a uno de los matones.
Este le respondió con un puñetazo en la cara y seguidamente el otro lo acompaño con un puñetazo en el estómago.

-¡¡Víctor!! - grité mientras fuí a ayudarle.

- Ja,ja,ja - era solo de boquilla dijo el primer matón.
- Vámonos - dijo el otro.

-¿Víctor estás bien? - dije.
¡¡Víctor!!

Estaba inconsciente,y justo ahora había empezado a llover.

Le agarré como pude y nos refugiamos bajo el puente.

Deje a Victor y al cachorro solos mientras fui a comprar hielos a la tienda para ponérselos a Víctor.

- ¿Q...qué ha pasado? - dijo el mientras despertaba.

- ¡Por fin estás despierto! - grite ilusionada. No sé porque, le abracé.

- Vaya,vaya te veo cariñosa - dijo con tono de broma.

- ¡N...No!- dije avergonzada.
¿Eh...? ¡Estás sangrando! - dije mirándole la camisa.
Seguidamente le levante y tiee de él.

-¿Pero... de que vas?

-¡Calla antes de que me arrepienta de lo que quiero hacer! - dije llevándole hasta mi casa.

Allí,le senté en el sofá y saque vendas, tiritas, agua oxigenada..

Sólo había un problema... Su herida estaba en su barriga,y para curarla debía quitarse la camiseta.

- Esto... Creo que es mejor que me cure yo la herida de la tripa - dijo ruborizado.

- Sí , ahí esta el baño y toma, es ropa de Gavi para que te quites la mojada.

- Gracias... -dijo él mientras se metía al baño.

Mientras fui a prepararle algo de comer ,saque la sartén y le hice una tortilla de queso. No era buena cocinera,pero no habíamos ido a comprar y no habia mucho más para cocinar.

- Bueno,ya estoy. - Dijo.

- Jijijiji - reí.

- ¿Qué pasa?

- Nada.. Sólo que te veo raro con esa ropa - Sonreí. Te he preparado un poco de cena...

El sonrió levemente.
No tenías porque hacerlo - dijo.

Tras eso, un silencio inundo la habitación. El único ruido era el del tenedor y el cuchillo deslizándose por el plato.

- S...si... Tenia porque hacerlo.. - dije.

Me has ayudado con esos matones y te has puesto en peligro para ayudarme.

- ¿De verdad crees que te ayudaba a ti? - dijo con su típico tono de chulo.

Lo hice por este pequeño - dijo señalando al perro.

- A...ahhh - dije avergonzada. No sabía que decir, así que decidí ir a ponerme el pijama.

Justo cuando empecé a subir las escaleras...

- Yo... Cualquiera te habría ayudado.. Una chica de noche, en problemas.. - dijo mientras continuaba comiendo.

Esboce una sonrisa tonta y no sabia porque...
¿Qué me importaba lo que pensará ese tío?

Cuando baje de ponerme el pijama me le encontré recogiendo todo.

-¿Que haces? ¡Suelta ese plato! ¡Estás con heridas!

Víctor se sorprendió y el plato se cayó al suelo.

Ambos nos quedamos mirándonos. Sus ojos anaranjados me hipnotizaron y el ladrido del cachorro me despertó. Fui a coger el plato cuando me corte con uno se los trozos.

- Auuuu.. - grite.

De inmediato, Victor se agacho para ayudarme

-¿Estás bien? Estás sangrando..dejame verlo..

Rápidamente se levanto y cogió una de las tiritas que estaban sobre la mesa para ponermela en la mano.

- Gra...gracias Victor - dije ruborizada.

El se sonrojo, y me ayudó a levantarme del suelo.

De repente mire el reloj y me di cuenta de que eran las doce y Gavi aún no había vuelto.

Le mandé un whatsapp al que el respondió así :

- Hola! Siento no haber podido decírtelo antes, con toda esta tormenta nos quedamos a dormir en casa de Riccardo.
Mañana es Sábado, así que no hay problema. Te quiero - Gabi.

-Este chico... Ay -suspire.

-¿Qué pasa? - preguntó Victor.

- Nada.. Gavi se ha quedado a dormir en casa de Riccardo con Wanli, la tormenta no les deja volver.

-Ah si.. Hablando de eso, yo también tendría que volver a casa.

- Ah claro.. - respondí.

- Cuando Víctor abrió la puerta para marcharse vimos la tormenta que había y que no podría salir.

- Ahhh - respondí asustada ante un relámpago.

Victor corrió a abrazarme mientras cerraba la puerta con el pie.

- Mira que eres miedica tonta, ya paso.- Dijo con tono cariñoso.

No sé porque me sentía muy agusto y segura en los brazos de Víctor...

"Polos opuestos" - Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora