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arizona se impulsó para cumplir su objetivo. esta vez no se iba a dejar parar por una niña impertinente. llegaría al palo sí o, bueno, quizá no, pero ella quería pensar que sí.

"vamos, un impulso más y..."

y se cayó. se cayó de modo que se rasguñó las rodillas y los codos. maldijo. ya tenía muchos como para tener más, aunque ella ya estaba acostumbrada.

se levantó profesionalmente y, rendida ya después de una quincena de intentos, se fue de aquel parque en el que no conseguía cumplir su tan deseado sueño.

&

una niña morena con ojos verdes. un chico con un flequillo negro. una mujer mayor con un bastón.

arizona se fijaba en cada persona que pasaba por la calle. reparó en alguien que le llamó la atención: un chico con rasguños en las rodillas y codos.

se miró a ella misma y, seguidamente, miró a aquel chico. se podría decir que se parecían nada más que por las heridas, ya que por lo demás no tenían nada igual.

mientras él tenía el pelo rubio y los ojos azules, ella lo tenía negro y los ojos grises. él era alto, ella baja. pero los dos tenían casi la misma aura, ese aura que te invitaba a hacer tonterías sin preocuparte por lo que dijeran los demás o las consecuencias que pudiesen desembocar esos actos.

el chico también la miró hasta que su mirada paró en sus rodillas, frunciendo el ceño y sonriendo disimuladamente.

en ese momento, parecía que el destino de dos personas se había juntado.


lukey entra en acción, repito, lUKEY ENTRA EN ACCIÓNnN
he dicho
- carmen

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