Capítulo 1.

85 6 3
                                    

Poned la canción cuando aparezca ∆∆ ∆∆, espero que os guste este primer capítulo.

~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~~•~

Era la fría tarde del 8 de enero cuando todo ocurrió.

Mis padres, mis hermanos -Matthew y Madison- y yo habíamos aterrizado en el aeropuerto de Atlanta hacía unas horas, después de haber pasado las navidades con el resto de la familia. Nos dirigíamos en nuestro coche a Fallen Snow, el pueblo dónde vivíamos, situado al norte de Georgia, aproximadamente a una hora de Atlanta.

Mi padre iba conduciendo y mi madre iba en el asiento del copiloto. Atrás íbamos mis hermanos y yo, Madi a mi izquierda, yo en el centro y Matt a mi derecha. En el salpicadero, delante de mamá, había un muñequito de Santa Claus, de esos que mueven la cabeza.

—Te apuesto 5 a que no consigues tirarlo— le dijo Matt a Madi, dándole una pelota pequeña. Ella entrecerró sus ojos verdes mientras cogía la pelota.
—Eso ya lo veremos— contestó apuntando al muñeco mientras yo le dejaba espacio apretándome contra Matt. Ella lanzó la pelota, tirando el muñeco a los pies de mamá.
—¡Chúpate esa, James!- exclamó subiendo sus brazos alegre y pronunciando el segundo nombre de mi hermano. Todos reímos mientras él se quejaba. Justo en ese momento, el cartel que anunciaba que acabábamos de llegar al pueblo apareció. No nevaba mucho en Georgia, pero la carretera estaba mojada por la nieve derretida.
—Yo también quiero intentarlo— Mi hermano rió.
—¿Apostamos? Tú si que fallarás— dijo él subiendo y bajando sus cejas. Le saqué la lengua a la vez que movía mi cabeza de izquierda a derecha.
—Mamá, ¿puedes recoger el muñeco?— Le pregunté amable. Ella estiró su mano hacia abajo, pero el cinturón lo impedía. Lo desabrochó y se estiró nuevamente.

Al cogerlo volvió a la posición inicial, pero justo entonces el coche patinó con la nieve y papá perdió el control, chocando con un quitanieves. Por inercia, todos nos movimos hacia delante, pero la cabeza mamá chocó contra el parabrisas, que quedó agrietado y ensangrentado.

Un fuerte dolor llegó a mi muñeca al sujetarme del asiento del piloto y escuché cómo la cabeza de Matt chocaba contra el asiento del copiloto, haciendo un sonido sordo.

—Chicos, ¿estaís bien?— preguntó mi padre alarmado, llevándose la mano a la frente. Miré a mi derecha y vi a Matt con los ojos cerrados.
—¡Matt! ¡Abre los ojos!— grité yo moviendo su hombro e intentando que despertara. Miré a la izquierda esperando que Madi no estuviera igual. Sus ojos, por suerte, no estaban cerrados, pero su nariz estaba sangrando profundamente, manchando la mano que tenía sobre ella. Puse dos de mis dedos en el cuello de mi hermano para asegurarme de que estaba vivo y sentí la necesidad de comprobar que mi madre también lo estuviera.
— ¿Mamá?— pregunté con miedo. Por lógica, al no tener en cinturón, ella tendría que ser la más dañada. Y si la nariz de Madi sangraba, Matt estaba inconsciente, y mi muñeca al parecer estaba rota, ella tendría que estar mucho mas grave.
—¡Bethany!— gritó mi padre al ver que no contestaba. —¡Llamad a emergencias!—Volvió a gritar. Madi cogió mi móvil y empezó a hablar, pero sus lágrimas y la nariz ensangrentada no se le entendía nada. Le quite el móvil y empecé a hablar sollozando.
—Hemos chocado contra el quitanieves, a las afueras de la ciudad. Mi hermano y mi madre están inconscientes.
—Una ambulancia va hacia allí, mantengan la calma y no les muevan —me contestó la chica hablando rápido. Yo colgué y le gritaba desesperadamente a Matt. Escuché un murmullo y supuse que era de mi madre.
—Todo irá bien, Beth. Brianna llamó a emergencias, vendrán a por nosotros pronto— susurró papá llorando.
—Mamá...— dije yo estirándome hacia ella.
—Os quiero…— Respondió ella con una voz apenas audible.
—No, no te despidas...- Suplicó mi padre agarrando su mano.
—¡¡Mamá!!— mi hermana apenas gritó, con rostro asustado cuando los ojos de nuestra madre cerraron
-¡¡¡Beth, abre los ojos!!!- gritó mi padre con la cara ensangrentada.

Este karma no es mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora