-¿Por que Blake?-Habla la doctora Simons.
Miro hacía la camara que esta grabando la conversación que estamos teniendo entre las dos.
- A veces no hay un porque, a veces las cosas pasan sin saber ese "que" de la situación.
- Esta bien Blake pero quizá para esta vez si haya un porque, ¿la muerte de tus padres?
- Hoy hace un buen día ¿no cree?
- Blake, ¿fue por la muerte de tus padres?
- No hay nubes, muchos pajaros cantan.
- Blake, responde a lo que estoy diciendo.
- Y el sol entra por cada habitación.
-¡Blake!-se levanta de un brinco y golpea la mesa, una acción que hace que me sobresalte- ¡Estamos aquí para hablar y si no cooperas no solucionaremos nada!
Levanto las muñecas.
- ¿Crees que esto se puede solucionar? ¿de verdad doctora Simons? Debería ver de más de cerca la realidad.
Se que quiere gritarme sin embargo, vuelve a sentarse.
- Blake, se que lo que pasó no fue fácil, lo pasaste mal además sufriste abuso escolar por el peso que tenías, sufriste anoréxia que por poco no superas, y quisite acabar con el
dolor que todo eso te provocaba.
- No, no sabe lo que sentí. Usted tiene la vida perfecta. Un marido, dos hijas, una casa, comida cada día, coche, luz. En cambio, ¿que me queda a mi? Ni de luz puedo disfrutar, aún teniendo un peso adecuado a lo que me dijo el médico, tengo a millones de personas detrás para que coma ¡incluso sueño con básculas!-aprieto demasiado la madibula, si no lo hago, lloraré.
- A finalizado por hoy la visita.
- Tenéis suerte de que los barrotes de las ventanas estén fuertes.
Por detras vienen los guardias de siempre y me acompañan a mi habitación o lo que representa a una. Al llegar me tumbo en la cama mirando al techo blanco. Poco después me quedo dormirda.
Abren la puerta. La doctora Simons. Me siento con las piernas cruzadas y ella en el borde de la cama con libreta en mano.
- Buenos días Blake.
- ¿Que hace aqui?
- Yo también me alegro de verte. Traigo noticias. Te vas de aqui-sonríe.
- ¿Me voy?
- Con tu hermano.
Cierro los ojos y suspiro.
- No puedo.
- ¿Por que no?
- Tiene familia, mujer e hijos. Le destrozaría la vida.
- El quiere hacerse cargo de ti.
- No puedo, soy un incordio para todo-me dejo caer hacia atrás.
- Blake levanta.
Suspiro y vuelvo a sentarme.
- Vendrá de aqui un rato así que vistete y que te vea bien guapa.
- No soy guapa.
-Si que lo eres y para nada un incordio.
-¿Alguna vez a pensado en meterse en el mundo de la política? Todas esas mentiras que le salen por la boca casi convincentes podrían ser obra de uno de ellos.
Se levanta de la cama y antes de salir añade.
-Haz el favor de vestirte.
Y cuando cierra la puerta vuelvo a dejarme caer hácia atrás.
Con pocas ganas, decido levantarme e ir al pequeño armario de delante de la cama. Lo abro y saco la unica ropa que hay, con la que entré aquí. Primero me pongo los pantalones negros y después la camiseta del mismo color, por ultimo la chaqueta verde oscuro. Al ponermela, miro las muñecas de la chaqueta, manchadas de sangre. Suspiro.
Abren la puerta y me giro sobresaltada.
- Hola Blake
.
Mi hermano.
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How To Save A Life
Teen FictionUna chica que quiere morir. Un chico que le enseña a vivir. "No es suerte, es gente especial que te encuentras por el camino". Nuevas amistades y un nuevo camino que recorrer.