CAPITULO 2.

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-¿Tienes ganas de ir a ver tu nuevo instituto?-Mike habla sin apartar la vista de la carretera.


-No.


-Blake, ¿nunca expresas emociones?


-Vamos a ver Mike, vaya pregunta más estúpida, ¿quien tiene ganas d ever su instituto? Vamos dime, todo lleno de gente imbécil que, con suerte encontraras una que valga la pena, pero después se cambiará de instituto y te dejará sola.


-Tu tan pesimista como siempre.


-A ver hermanito, esto no es una fic. No, el capitan de algún equipo no se enamorará de mí, mi mejor amigo no será Harry de one direction y mi mejor amiga no será Emma Watson, con suerte alguien quedrá mantener una conversación conmigo. Si deciden hacerme bulling será porque no se, no soy Lily collins, no creo que traten mal a esa chica en el instituto por favor. Después, que más...-quedo pensativa-Ya sé, no vendrá Nash Grier con sus amigos y yo como soy estúpida diré "Oh dios mio, ¿quien era magcon? Porque, por favor, rayita, ¡es tu puto vecino y no sabes quien es ni el ni magcon! ¡eso es más falso que un billete de 30. Además, ¡las rubias no son tontas! Yo soy rubia imbéciles y soy más lista que todos los de ese centro-suelto aire y miro a Mike que, aún sin apartar la mirada de la carretera alza las cejas.


-Vale-me mira por un instante-¿como sabes todo eso?


-Antes de darme cuenta de que mi vida es una mierda, era normal sabes.


-Está bien-ríe.


El final del trayecto es silencioso y llegamos cuando menos me lo espero.


-Actua normal por favor Blake-dice mi hermano antes de que entremos.


Entramos y es un pasillo largo, lleno de taquillas y que da una escalera. El pasillo está lleno de gente que deja de hacer sus cosas para mirarme. Por esta vez, decido callar ya que mi hermano me lo ha pedido por favor pero mañana, ya se enterarán de quien soy.


Subimos escaleras arriba y después de pasar otro largo pasillo lleno de gente, llegamos a la puerta del despacho de la directora. Mike toca a la puerta y se puede oír des de dentro el "pase por favor" y eso hacemos.


-Buenos días Mike y...-me mira.


Le miro pero no respondo. Mike me da un codazo.


-Blake-digo de mala gana.


-Blake-sonríe ella-yo soy la directora Marshall, bienvenida.


-Ya si gracias-observo la habitación.


Mike me pasa el brazo por los hombros y me conduce literalmente hasta las sillas, me siento en la de la izquierda, el en la de la derecha.


-Bueno y dime Blake, ¿como te encuentras?-prepara una libreta y un bolígrafo.


-¿Vas a apuntar lo que te diga?


-Exacto, chica lista.


-No estoy estable mentalmente, quizá un día me tire por la ventana que tiene detrás suyo.


Palidece de golpe y intercambia miradas con mi hermano. Se han quedado cortados, sin saber que decir.


No es que no lo diga enserio porque, quizá algún día pero esta vez lo decía para reírme de ella.


-Blake, ¿puedes salir?-dice mi hermano sonríendo forzadamente y abriendo mucho los ojos.


-Vale pero cuidado hermanito, se te van a salir los ojos de las cuencas-río y me levanto.


Salgo y les digo adiós con la mano imitando a una modelo.


Me siento en las sillas de fuera y balanceo los pies mientras espero. Un chico se acerca y se sienta a mi lado.


-Hola-dice este giñando un ojo.


Le miro sonríente acompañada de mi más fiel amigo, el dedo del medio.


-Ya veo, ¿quieres un cigarrillo?


-¿Es que vendes cigarrillos?


-No solo eso, también otros productos.


Entrecierro los ojos.


-No tengo dinero ahora mismo.


-Esta vez es gratis, eres la nueva o eso parece nunca te he visto por aquí-de un bolsillo saca el cigarrillo y lo pone sobre su mano.


Primero miro el cigarrillo, después a el y lo agarro.


-Oye no tendras un mechero por ahí.


El chico de ojos verdes sonríe y del otro bolsillo se saca el encendedor.


-Ya me lo debolverás.


-Gracias.


-Cuando quieras alguno de mis productos-hace comillas con los dedos-pregunta por Tony.


-Vale.


-Por cierto, ¿tu nombre?


-Blake.


Se levanta de la silla.


-Un placer Blake-da media vuelta y camina por el largo pasillo hasta que desaparece de mi campo de visión.


Miro el cigarrillo en la palma de la mano y después me giro para mirar por la ventana del despacho, Mike y la directora hablan. Me levanto de la silla y me decido a salir fuera. Se me hace dificil encontrar una puerta hasta el exterior pero al final la acabo dando con una. En una columna apoyado veo a Tony, camino hacia el. Al llegar me siento en el pequeño balcon y enciendo el cigarrillo mientras intercambiamos miradas Tony por su parte, sonríe y le da una calada al suyo.


-¿No deberías estar en clase?-pregunto alzando una ceja.


-¿No deberías estar allí sentadita en la silla?-contraataca el.


Apoyo la cabeza contra el muro y le doy una larga calada.


How To Save A LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora