How To Save A Life

CAPITULO 4

Toco el timbre de la gran casa. Las escaleras de la entrada están empapadas aligual que yo. Aunque llevo un paragüas que de mucho no ha servido pues la lluvia no a hecho más que apretar y apretar hasta tal punto que el paragüas no ha valido para dejarme intacta.

Mike abre la puerta.

-¡Blake! dios mio-se pone las manos en la cabeza-se me habia olvidado que debia irte a buscar.

Claro, olvidado. No soy más que una mota de polvo en un mueble. Estoy ahí, a veces no te das cuenta y de otras eres un estorbo.

-Pasa-me agarra del brazo.

No hago más que mirar el suelo en un punto fijo más allá de este mundo.

-Blake perdóname, no estoy acostumbrado y se me ha ido el santo al cielo.

-Déjalo.

-¿Quieres un chocolate caliente?-ahora habla Amanda.

-Déjalo.

-Eh, ¿estás bien?-pregunta Mike.

-Déjalo, quiero irme a mi habitación.

-Está bien, sécate y baja a comer algo, esta tarde tienes la revision médica sobre ya sabes...

-La anoréxia-acabo por el.

-Sobre eso-susurra.

-Lo se, Mike me han dado un lápiz en clase pero no tiene punta, ¿tiénes algún sacapuntas?

-Vaya, sí, ahora te lo traigo a tu habitación sube y cámbiate de ropa.

Subo la escalera con los pies descalzo, el suelo está frío. Al llegar a la habitación me quito la ropa, dejándo que poco a poco caiga al suelo, al duro y frío suelo. Me cambio con una blusa y mallas que me ha dejado Amanda.

Tocan a la puerta.

-Pasa.

-Aquí tienes-sonríe.

Se va y detras suyo cierra la puerta.

Me siento en el suelo y desmonto el sacapuntas. En el interior tiene una cuchilla que es lo que corta la madera del color. Sonrío observándola en mis manos. La poso sobre mi muñeca y antes de que pueda hacerme un rasguño Mike abre la puerta y se abalanza sobre mí.

-¡Blake! ¡No hagas eso! ¡Dámelo!

No me da tiempo a dárselo, el mismo me lo arrebata de las manos.

-¡Me parece increible! ¡Nos vamos a la clínica y vas a comer por el camino! ¡esto se lo diremos a la doctora!