•Tales of Tomorrow• (Martin Garrix)

Capitulo 4

Estas dos ultimas semanas había estado platicando mucho con Martin (Claro a escondidas de Valery por que por alguna razón lo odiaba) el era fantástico, demasiado y yo me encontraba encantada con el.

Sinceramente nunca había sentido algo así por alguien era la primera vez, y quiero que sea con alguien especial y talvez el lo era. El había ido en la salida del instituto para verme y platicar, siempre estábamos hablando por teléfono y por mas noche qué fuera, por primera vez (de nuevo) no me importaba. El no conocía a Valery pero le había contado algo sobre ella y le dije que no quería que yo estuviera con el. Después de eso pasaron cinco días sin saber de el, no había llamadas ni mensajes ni nada.

Esa noche estaba en mi cuarto escuchando musica, pero Luego escuche que alguien estaba tocando mi ventana o algo así. Me quite los audífonos y me levante de mi cama para ver quien era, cuando hiba a correr mi cortina color rosa alguien aventó una piedrita al cristal e hizo que me asustara. Abrí la ventana y ese "alguien" me avento una piedrita en la cabeza.

-Auch- exclamé y me sobe la cabeza.

-Lo siento, perdoname.- escuché esa voz con acento holandés y supe que era el.

-¿Que haces aquí? Te puede ver Valery- dije casi gritando pero en voz baja para que nadie escuchara.

No lo podia creer, el estaba en mi casa, de noche y yo pensando que el se había olvidado de mi.

-Te quería ver. ¿Puedo subir?
Y en ese momento no sabia que decirle, el me gusta y me encanta pero no se si pueda hacer esto. Meter a mi cuarto a un chico, bueno todos hacen algo así una vez en su vida... Y yo quería intentarlo.

-Emm si, pero ¿como vas a entrar? No te pudo abrir mi puerta.

-¿Quien dijo que hiba a entrar por la puerta?

Hasta que entendí , se hiba a brincar hasta mi cuarto. No se como le hizo pero ya lo tenia sentado en el borde de mi ventana.

-Wow. Tu cuarto esta muy ordenado.- dijo y se metió por completo a mi cuarto.

-Si me gusta el orden.

La verdad si, me encantaba ser ordenada y limpia, mi madre siempre me dijo que eso define a una buena mujer.

Estaba un poco avergonzada, tenia una blusa ajustada y un short nada formal como para que Martin estuviera aquí

-¿Por que has venido?- el se sentó en el borde de la cama

-Si quieres me voy

-No! Yo solo preguntaba, quedate- lo agarré de la mano y el me miro y pude notar que se le pusieron sus mejillas rojas. - ¿por que no habías llamado?

-Lo siento, estuve muy ocupado. Yo quería llamarte pero siempre había cosas que hacer. Y ya qué no te podia llamar, te vine a visitar.

-¿Tenias mucho trabajo?

-Si así es, te...- se detuvo un momento

-¿Que pasa?- le pregunte intrigada por lo que contestaría

-Te extrañe.

Apenas hiba decirle algo pero Martin me interrumpió

-¿Esa eres tu?- agarró una foto de mi cuando era pequeña

-Si soy yo, tenia cinco años.

-Eras linda desde pequeña- se me escapo una pequeña risa.

-Basta! ¿Por que lo haces?

-¿Hacer que?- Martin dejo la fotografía en su lugar para luego mirarme

-Hacer... Eso, decir cosas

-¿Que eres linda?- se acerco mas y nuestras manos chocaron y yo mire a Martin y el estaba mirándome fijamente- ¿No te gusta qué te digan así?

-No es eso... Si no que- me
interrumpió

-Muchas chicas matándose por que un chico les llame así y yo te lo digo a ti y ¿no te gusta?

Tenia razón debí ser mas agradecida con el.

Martin...- puse mi mano sobre la suya- Gracias por decirme linda.

Entonces estábamos muy cerca. Nuestros labios estaban a centímetros, podia oler su fragancia y su cara era mas hermosa de cerca. El se empezó a acercar mas hasta qué rozó sus labios con los mios.

-Dejate llevar...

Le hize caso y yo junte mis labios con los de el, estábamos en un beso lento y muy hermoso. ¿Que pasaría después de eso? Nunca había tenido que enfrentarme a una situación como esta... Mi corazón se empezó a acelerar y el beso ya era con mas intensidad me hize para atrás hasta tumbarme a la cama y Martin hizo lo mismo.

Ahora el estaba arriba de mi, una extraña sensación me invadió como un escalofrío pero no quería que parará... Quería un poco mas. Sentí la mano cálida de Martin en mi estomago, hiba subiendo poco a poco.
Y eso hizo que mi piel se pusiera de piel de gallina. Lo quería y me gustaba.