Fantasias

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Calíope

Las primeras tres semanas pasaron en un suspiro y al cumplir el mes Liam había decidido que me quedara.

Me levantaba desayunaba con Will escuchando las noticas y luego iba a la biblioteca y digitalizaba los libros luego los ordenaba y los subía al one drive que me había dejado indicado Liam. Escuchaba música mientras lo hacía, tomaba café y fumaba a placer. No podía creer que me pagaran por hacer cosas que disfrutaba tanto.

Liam llegaba casi siempre a eso de las diez y media u once, se sentaba en el otro escritorio después de decirme un "buen día Calíope" y leía o estaba en su computadora personal aunque nunca sabía qué hacía.

Al mediodía almorzábamos con Will y Olivia, ella era una loca de las dietas y vivía contando calorías. Yo comía lo que fuera sin fijarme, hacía mucho tiempo que había dejado de preocuparme mi peso aunque nunca había engordado ni un gramo.

Ese mediodía Will había hecho un magnifico soufflé de quesos con ensalada cesar y Olivia solo comía una ensalada verde.

Liam me preguntaba sobre los adelantos en la biblioteca y se alegro al menos con la mirada cuando le dije que ya había digitalizado 20 libros.

Entonces Olivia hablo

_ si siguieras mi dieta adelgazarías unos kilos _ todos nos quedamos en silencio y yo apreté mi servilleta en mi puño por un momento me vi de nuevo frente a mi madre

_ Calíope es perfecta tal como es_ respondió Liam con una mirada dura a Olivia que solo bajo la mirada y siguió tragando su ensalada verde. Mire a Liam y le sonreí, el dio un asentimiento con su cabeza pero no me sonrió.

Esa tarde mientras estaba terminando de subir un libro entro Liam y se sentó en el viejo sillón frente a mi escritorio

_ abre el archivo que dice 3 de la carpeta 20 y léeme lo que está escrito_ encendió un cigarrillo mientras abría el archivo y me miro expectante, yo comencé a leer

" Había pasado dos semanas desde que ella se presentó ante el dueño del club después de tomar mucho coraje. En el club y el la había mirado le dio a entender que ella le agradaba y la mantuvo a su lado toda la noche pero no la toco. Solo al final de la noche le pidió su teléfono. Ella estaba enamorada de él desde hacía tiempo pero se sentía invisible al lado de las bellas mujeres que el decidía poseer en el club. Siempre la miraba pero pasaba de ella. Aunque no creía que era un problema personal. Sin embargo desde la noche en que el la había mantenido a su lado ningún otro amo se le acerco. Hasta hace unos días atrás cuando en se había presentado en su puerta y le había dado las instrucciones. La besado profundamente y le había prohibido que se toque ella misma y dijo que no quería volver a verla por el club. Había dado órdenes de que ningún amo la tocase.

Ella se presentó frente a la puerta del maestro y puso la llave en la cerradura. Las instrucciones habían sido precisas. Entrar desnudarse por completo y arrodillarse en su posición de sumisa en la alfombra que estaba en el medio del gran salón vacío_ por un momento me vi a misma_ debía esperar así hasta que el maestro se presentara o hasta que sonara la alarma, si al sonar él no se había presentado ella debía vestirse, irse y volver al otro día para hacer exactamente lo mismo.

Era el quinto día en que lo hacía y hasta ese momento el maestro no se habia presentado aunque ella creía sentir su mirada. Cada día ella se iba con lágrimas en los ojos, y volvía esperanzada al día siguiente. Ese día las lágrimas no esperaron a salir cuando ya había ido pasando la hora, puesta en su posición sabía que la hora de irse llegaba y otra vez él no había venido. Las lágrimas comenzaban a caer desde sus ojos a sus rodillas. Entonces sintió sus pasos, él se le acerco desde atrás y se puso delante de ella, levanto su rostro con un dedo y limpio sus lágrimas con su mano, se acercó a su altura y le dio un beso posesivo que lastimo su boca, podía saborear el cobre de la sangre en su lengua..." allí termina Liam... dije mientras levantaba la mirada y notaba su mirada zafiro clavada en mi

_ ¿porque crees que la hacía esperar sin presentarse?_

_ la estaba educando _dije si pensarlo demasiado_ le estaba enseñando que el amo es quien decide cuando _

_ escribe Calíope_ dijo con voz baja y comenzó a dictarme

_ El tomo su cabeza y la llevo hasta el suelo, su frente tocaba la alfombra, dejando su culo levantado para su deleite, camino detrás de ella y abriendo su mano pego varios fuertes azotes hasta dejar su piel blanca tan roja como fuera posible, el bajo su mano y rozo su clítoris mientras ella temblaba y comprobó que estaba húmeda, pero no era suficiente, volvió a azotarla varias veces más y volvió a tocarla. Ahora si estaba lista. Se arrodillo detrás de ella y bajo su pantalón lo suficiente para que su miembro saliera a la luz,

¿A quién le perteneces? Pregunto el

A usted maestro..._ gimió ella

_ Si... dijo el mientras la penetraba con fuerza_ mía... dijo mientras se enterraba profundo en su interior. Ella comenzó a gemir sin poder contenerse, había esperado demasiado para pertenecerle físicamente porque mentalmente ya era completamente suya, cada embestida se sentía más cerca de estallar pero jamás lo haría sin el permiso de su amo, no se atrevería a perderlo todo por un momento de placer, el siguió embistiéndola con fuerza, alternando azotes con caricias hasta que se tensó y le dijo

_ puedes tener tu premio, te dejare venirte conmigo ¡hazlo ahora!_ Ordeno el mientras se vertía dentro ella y obedeció, como no iba a obedecerle si le pertenecía en cuerpo y alma. Ella quedo temblando en el suelo, los días de espera había pasado factura a su cuerpo y no podía moverse. La tomo en brazos, cualquiera que se llame amo a si mismo sabia ocuparse de su sumisa luego de que ella se hubiera entregado a sus deseos. La llevo a su habitación, la dejo en la cama y volvió con una toalla fresca para limpiarla y aliviar el dolor de su trasero. Luego se recostó a su lado y la llevo a sus brazos. La miro a los ojos y le dijo

_ me has complacido como ninguna otra_ saco de la mesa un collar de platino que llevaba un pequeño candado en la punta y se lo coloco mientras ella lloraba esta vez de emoción.

Cuando termino de ponérselo la levanto con él y la llevo al centro de la habitación
_ahora eres mía, para poseerte, cuidarte y darte todo lo que necesites, eres mía y eso significa que lo eres en todos los sentidos y yo soy tuyo en cuerpo y alma_ ella sonrío y se puso de rodillas ante él.

_ soy suya amo..._ dijo mientras el acariciaba su pelo."

_ ¿qué te parece?_ me pregunto clavándome la mirada aunque dudaba que hubiera dejado de mirarme en algún momento

_ excitante_ dije en un suspiro, tenía las bragas mojadas y los pezones se me notaban duros bajo la blusa

_ Bien si hubieras dicho solo un me gusta lo hubiera borrado de un plumazo_ seguía mirándome fijamente y sé que poso sus ojos en mis pezones endurecidos bajo la blusa_ dime que te excito Calíope _

_ La situación de la expectativa, el anonimato, no hay nombres pero puedes sentir a los personajes, la pasión de ella, el poder de él, los sentimientos a flor de labio_

_ ¿te excitaste físicamente Calíope?_ pregunto en un susurro profundo

_ Si..._ conteste sincera

El se levanto y dijo _ bien guárdalo para ponerlo en el compendio de amos.

Luego se fue sin volver a mírame. Esa noche en mi cama después de mucho tiempo me masturbe imaginando que yo era la sumisa y Liam el amo...

Liam

Me fui a mi habitación, tenía que darme una ducha fría... ver a Calíope excitada por mi relato me llevo a un nivel de erotismo que no me conocía. Quería tomarla, poseerla, dominarla. Pero ella era diferente. No era alguna de las zorras que me follaba bajo mis reglas. Había tanto en ella... merecía ser respetada, amada, cuidada... llame a Liz para que viniera esa noche. La ducha fría no me había servido, seguía duro pensando en los pezones de Calíope empujando en su camisa de seda.

Liz por supuesto vino más que rápido. Ella conocía las reglas. Atada, sin mirarme, sin besarme. Había tratado varias veces de empujarme a ir más lejos con ella, había intentado forzarme a una relación pero sabía que no. No con ella. Era imposible que alguien que no se respetaba a si misma sea respetada por mí. La tome como siempre. Pero cuando me vine la imagen de Calíope en ropa interior fue la que apareció en mi mente. Y necesitaba provocarla para que se entregara a mí y sacarla de una puta vez de mi cabeza.


CALIOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora