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 Inmediatamente bajé la mirada, buscando algún punto interesante en el suelo de mi casa.

Sentí como las manos de Greg agarraban su pantalón y se lo subían hasta su cintura.

Me quede con la cara pegada al suelo, podía sentir como se calentaba todo mi rostro por la vergüenza.

Luego de unos segundos comencé a escuchar una risa escandalosa. Levanté lentamente la mirada y me di cuenta de que mi nuevo amigo se estaba riendo de mí.

-Jajajaja, oh, necesito aire...- el no dejaba de reír, y yo no podía dejar de sentirme avergonzado.- Ven, levántate.- Me dijo entre risas mientras me ofrecía una de sus manos para levantarme del suelo.

Vacilé unos segundos, pero finalmente me agarré a él.

Mierda.

Cuando estuve de pie frente a él intenté mirar a otro lado, pero él puso su mano en mi cabeza, despeinando mi pelo.

Empujé su mano lejos de mí y el rio, yo también lo hice. Al fin y al cabo la situación comenzaba a darme gracia.

-Hey... n-no es gracioso...- le dijo dándole un golpe en su hombro.

El fingió dolor y luego siguió riendo. Me miró, y sentí como mi corazón dejaba de latir. Su penetrante mirada... estaba seguro de que podía ver lo que estaba pensando.

Me sentía vulnerable.

-Sí que lo es, y lo sabes.

-No, no lo es.

-Sí, si lo es.

-Que no.

-Que sí.

Así estuvimos por un par de minutos hasta que apareció mi madre.

-Niños. Voy a salir a hacer las compras con tu hermana.- agarró su saco y nos sonrió.- Tu padre volverá hasta tarde, hoy le toca trabajar horas extra. Adiós cariño, adiós Greg, fue un placer conocerte.

Greg hizo una reverencia.

Finalmente mi madre cerró la puerta. Yo miré con una expresión graciosa a Greg, la cual no duro mucho.

-Adiós Dodito, Adiós amigo de dodito.- Mi hermana pasó corriendo por las escaleras hasta salir de la casa.

Y allí fue el momento donde me quedé a solas con Greg.

"*"

Al día siguiente, me desperté con unas ojeras enormes.

¿La razón de estas?

Me había quedado con Greg hasta tarde jugando a la consola y viendo películas de comedia.

A regañadientes me levante de mi cómoda cama de dos plazas y media.

Hoy tenía que encontrarme con Kai unas horas antes de ingresar al instituto. Asique comencé a vestirme. Iba normal.

Con una remera básica gris, unos jeans negros rasgados y unas zapatillas negras, comunes.

Agarre mi móvil y salí de casa.

Al cabo de unos veinte minutos llegue a una cafetería nueva donde me iba a encontrar con mi mejor amigo, Kai.

Fácilmente estuve allí sentado unos quince minutos, o tal vez veinte, no lo sé, la cosa es que mi moreno amigo se demoró bastante.

Cuando estaba por mandarle un mensaje diciéndole que me iba a casa nuevamente un chico agitado entró por la puerta de la cafetería, tenía todo el cabello desparramado y la ropa desarreglada.

Reprimí una carcajada al ver a Kai en ese estado. Siempre que me encontraba con él, este estaba agitado.

Cuando me vio, comenzó a acercarse hacia mí. Se sentó en frente mío y dijo:

-Estaba más perdido que pedo en perfumería intentando encontrar este lugar...

Estallé en carcajadas. Lagrimas me caían de los ojos, el estómago me dolía por tanto reír.

-Sabía que tu sentido de la orientación no era tan bueno... pero tampoco hasta este nivel.

-¿Qué quieres que te diga? Puede que no tenga un buen sentido de la orientación, pero eso no impide que sea el chico con más style del instituto.

Já.

Después de eso, Kai comenzó a contarme que conoció a un nuevo chico y bla bla bla.

"*"

Nos encontrábamos camino al instituto, cuando mi celular comienza a sonar con la melodía que tenía asignada para Sehun.

Rápidamente conteste.

-Sehu—

-¿Ah, sí?.... Si Sehun...- Lo que se escuchaba al otro lado de la línea era una conversación de Sehun con otra persona.- Eso suena increíble SooMin... Lo sé, ahora... ¿vas a dejarlo?- Deje de caminar, sintiendo como mis manos comenzaban a temblar.- Si... claro, lo dejaré por ti.- La llamada se cortó y yo dejé caer el celular al suelo.

La pantalla de esté se encontraba totalmente rota, al igual que mi corazón.


-Di mi nombre. |EXO-SESOO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora