Cuarta Sesión

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Tengo miedo. Mejor dicho, estoy aterrada. Esta noche ha ocurrido algo espeluznante. La pesadilla había empezado y mi yo observador, como cabía esperar, se trasladó al salón, porque ahí estaba la muñeca. Pero entonces la puerta de mi dormitorio se abrió lentamente. Mi corazón se disparó, ¿sabe?. Ahí estaba mi cuerpo, de pie. Su mirada se encontró con la mía. La cara, inexpresiva. Se dirigió lentamente hacia la muñeca, es decir, hacia mí. Me cogió. Yo estaba en estado de shock. Estaba aterrada. ¿Qué estaba pasando? Me llevó al dormitorio y me puso de vuelta al estante. Entonces se metió en la cama y dijo con voz alegre: "Buenas noches". Sonrió y se durmió. Pero eso no es lo peor. Cuando me desperté, la muñeca estaba ahí, observándome desde el estante.Usted sabe, yo vivo sola. Además, nunca antes había sido sonámbula. Puedo aceptar que el subconsciente recree una noche basándose en la posición de la muñeca y en el estado en el que había dejado la estancia antes de irme a dormir. Pero es imposible que el subconsciente recree lo que está pasando de verdad.Por eso no he podido esperar al lunes. Necesito su ayuda, ¿entiende?

Otra Historia de MuñecasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora