Miedo

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Pobres almas devastadas
que no aprendieron a amar.
El odio mutuo
las consumía
y sus corazones
poco a poco se adormecían
Era demasiado lento el fuego
que sus gargantas emitían,
que tal vez fue en una de esas
en la cual me perdí.

Te encontraron tirada en el piso mientras gritabas los versos de ayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora