Michael PVO.
"No, no me marqués." Dije firme.
"¿Por qué no?" Preguntó ella, parando lo que estaba haciendo.
Sus labios chupaban con fuerza la parte media de mi cuello, queriendo dejar en éste marcas rojizas casi moradas. Pero, oye yo no soy su novio para que me marque de una forma tan vulgar, ni mucho menos es mi dueña para que quiera marcar terreno así.
"Los chupetones solo se lo hacen las personas que están en medio de una relación y quieren dejar en claro que tienen dueño." Hablé, alejando su boca de mi cuello para que pare con sus ganas de querer seguir haciéndome marcas.
"¿Eso que quiere decir?" Ella frunció el entrecejo de una manera notable. Podía ver la molestia en su postura.
Realmente no me importa que tan enojada se encuentra en este momento. No soy su novio, y tampoco es mi dueña, simplemente es un polvo más. Pero a diferencia de los otros acostones que he tenido este me a costado más que los otros.
"Nena, no mal intérpretes la situación. No puedes hacerme estas marcas, estudiamos ¿Sabes? Podría meterme en problemas por lucir esas marcas que quieres dejarme por el cuerpo." Traté de arreglar la situación con la mentira más fácil que puede inventar. La escuela.
En cuanto solté esa mentirota, sonrió complacida, creo que ella me creyó después de todo.
"Ahora volvamos a lo que estábamos haciendo." Le susurré de manera excitante en la oreja.
Digamos que la deslumbrante rubia que tenía encima de mi, es la chica más difícil que me ha tocado traerme a la cama. Las personas que dijeron que no podría hacerlo ahora les digo que se vayan al demonio porque conseguí lo que ellos no pudieron hacer. Quien diría que cantar te puede ayudar en mucho. Sólo espero que después de esto ella no crea que somos novios o que estamos en una relación o algo que me comprometa, porque realmente eso no pasará ni en sus más locos sueños, créanmelo.
"Vamos, nena. Mueve más tu cadera. Te llevare al cielo sin siquiera estar en el." Susurré en su oído.
Pude ver como sus mejillas tomaban un color rojizo. Sonríe para mi mismo, dios si alguien me pagara por tener sexo, sería rico, en serio.
Cuando menos lo pensé. La puerta de mi cuarto se abrió dejándome ver a la chica que llamo mi mejor amiga parada con el ceño fruncido y los brazos sobre el pecho con el pelo hecho un desastre. Dios. Sabía que Alexia tiene uno de sus aparatos en los que puedes saber que alguien esta teniendo sexo. ¡Yo quiero uno! Tendré que averiguar donde lo compró, bueno si realmente existe.
"Tú." Señala a la rubia excitada que esta sobré mi rezago. "Largate después vienes.
"¿Disculpa?" Preguntó con el ceño fruncido la rubia.
"¿Eres sorda?" Levantó una ceja. "Toma tus malditas cosas y largate. Después vienes con Michael en este momento lo necesito. Otro día pueden tener sexo, cariño pero hoy no.
Yo realmente espero que Alexia tenga algo bueno que decirme porque sino ella realmente pagara haber interrumpido mi polvo más difícil.
Alexia tiene la mirada bien puesta en la rubia que no sé su nombre y que tampoco me interesa. Sonrió ante la situación en la que me encuentro. Es gracioso saber que estoy desnudo con una chica encima de mi que esta desnuda al igual que yo.
"No te quedes allí, bájate del maldito pene de Michael y cámbiate. Realmente necesito hablar con él y sino te cambias te voy a sacar encuerada, mamita." La teñida amenazó.
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NOTES (Dean Ambrose)
Fanfiction"Soy quien menos te imaginas y te imaginas a la vez, ¿Dudas? Alexia colores(:" -M