Capítulo IV: Deporte profesional

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Debido a que gané muchísima coordinación, al volver a casa, pensé en realizar las pruebas en el deporte que más dinero movía en España, el Fútbol.

Por suerte conocía a un Técnico que iba a mi clase en el instituto y que llegó, sin tener ningún contacto, a llevar un equipo madrileño con pocos recursos económicos, desde la cola de tercera división a los puestos de ascenso de segunda división. Su nombre era Alberto Mas Cruz. No había sido profesional en su vida como jugador, ni tenía contactos, pero tenía buenos recursos: era empático con el estado de ánimo de sus jugadores, intentaba dar minutos a todos siempre que podía, sin que el equipo perdiera sus posibilidades de buenos resultados; enseño técnicas y tácticas originales, le encantaba hablar, hablar y hablar.

(De hecho en clase preguntaba muchas tonterías a los profesores, era un poco plasta)

¿Como llegó al lugar selecto de los primeros puestos segunda división, con un equipo apunto de desaparecer, incluso contando que que los problemas económicos del club le impidieron retener a los jugadores buenos?

Pues bien, con soluciones originales; reemplazó los jugadores perdidos (diecisiete jugadores de veintitrés) por deportistas de atletismo semiprofesional.

Se acercó a los clubes de atletismo, de biathlon y de triatlón, de las ciudades próximas y preguntó a los jóvenes.

A.M-¿sabéis jugar al fútbol alguno, aunque sea un poco?

Bien, eligió a jugadores a muy bajo precio y que tenían poca técnica pero que corrían todos los 100 metros en casi 11 segundos.

Se puso a explicarles táctica, y a entrenarles, control, pase raso largo y tiro.

El paso siguiente fue más drástico, pidió al presidente del club que cambiara las medidas del campo al máximo de ancho y al mínimo de largo posible, tenía ese club un campo único, casi cuadrado, 70x55m, tenía poco espacio entre portería y portería pero muchos espacios para el pase largo y la carrera.

Consiguió ganar casi todos los partidos en casa y los partidos fuera empatar a base de defenderse y contraatacar. Con jugadores que ganaban mucho menos que los que tenía el club en el pasado.

Usaba paredes largas y disparos fuertes lejanos, el control de la pelota sólo dependía de tres jugadores en el centro del esquema.

En resumen, tenía recursos y quería que me examinara.

Alberto Mas- ¿Bueno, que tal Asier? ¡Cuanto tiempo! Veo que quieres hacer una prueba.

Asier- Sí, quiero mostrarte mi técnica después de estar curado de un problema nervioso de perdida de coordinación.

AM- Bien, veamos que tal...

Empecé a hacer tiros a puerta precisos, regates controles, y pases al pié.

AM- Tienes mucha técnica, veamos un partido que tal, te pondré de organizador.

Me puso a jugar un partido en el equipo titular, el resultado fué 5-4, conseguí un gol, pero ningún pase de gol.

Me sorprendió su decisión final.

AM:-Asier, lo siento mucho amigo, pero pese a tu gran técnica, no tienes futuro como profesional; te explico...

A.M.-No tienes velocidad suficiente para jugar en la banda como profesional, ni comprensión del juego, la cual SI se mecaniza desde pequeño, para la ser un buen organizador de alto nivel, de recursos originales, tenaces y acertados para esa posición.

Asier ; su increíble historia (libro completo de 120 pags)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora