Todo empezó ese día primaveral de Abril, la familia Stewart se habían mudado a su nueva localidad en Washington, Bellevue. Con su pequeña de 12 años, Allison. Era el lugar perfecto para empezar una vida nueva, con trabajos nuevos, vecinos nuevos, y una hermosa casa nueva. El señor Stewart bajo del coche, rápidamente dio la vuelta para abrirle la puerta a su mujer, Rosana, una mujer alta y esbelta con cabellos de color castaño avellano.
Allison ansiosa por ver su nueva casa bajo antes de que su padre, Bob la ayudará. La niña sonrió al ver lo lindo y grande que era el jardín, siempre le había llamado la atención la naturaleza. Su cabello negro con reflejos marrones se movía al compás del viento. A lo lejos se escucho un pequeño 'Clic' fotografiando así el momento que seguramente su madre llevaría a enmarcar.
Los días pasaron y Allison ya tenia varios amigos que había conocido mediante su vecino Ruben, la verdad era que no le desagradaba la idea de vivir hay ya que se estaba adaptando bastante bien.
Ese día decidieron ir a ver un partido de fútbol, todo el mundo estaba eufórico tanto que al acabar el juego, cerca de ellos, las personas empezaron a gritar y alzar las manos, todos en un coro en donde se podía escuchar.
-¡Pelea, pelea!- Causando curiosidad en todos los jóvenes del lugar, junto a la gente de alrededor.
Al acercarse para ver mejor, sucedió. Sus ojos brillaban al verlo, era como una de esas tantas películas de amor que le había obligado a ver Paola, sus brazos delgados pero fuertes, su camisa rota y pelo alborotado a causa de la pelea, debía tener un año mas que ella, tal vez dos.
Y hay, justo en ese momento empezó todo, algo que ni ella, por su inocencia, fue capaz de ver y mucho menos parar. Se había marcado su destino, y por que no...parte de su vida, todo por un partido de fútbol.
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Bellevue en multimedia.
No se olviden de votar y comentar que tal les pareció.
Saludos Mac'.
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Forgiveness.
Science FictionYo le amaba a él. Él la eligió a ella. Samantha Posey Lynch aquella chica callada y tímida. Es absolutamente cliché. Pero así sucedió, resquebrajando poco a poco mi corazón, con cada pelea, cada grito, cada golpe. Hasta dañarlo por completo. Lo únic...