Pensar es malo, pensar lleva al problema, el problema llega a la solución, y la solución va a la duda. La duda vuelve a pensar otra vez. Todo en un circulo vicioso. Todo en torno a nada. Todo me lleva a él.
Allison Stewart.
No puedo dormir. Eso es lo que me pasa, no puedo dormir, por mucho sueño y cansancio que tenga mi cuerpo, simplemente no puedo. Y sé perfectamente por que es. Él no esta aquí. Se fue. Dejándome en este cama donde hace un momento estábamos desnudos, siendo dos en uno, o al menos así lo sentía yo.
La realidad me golpeó como un balde de agua fría. Axel habia venido por ella, para satisfacer su antojo, y se fue para ir en su búsqueda, otra vez.
Me levanté de un golpe, tanto que los huesos de mi espalda dolian. Incluso las heridas de mi abdomen que ya habian sanado. Me encontraba destrozada. Él no me amaba. Era un juguete más.
-Una más.- Mi voz estaba rota, la garganta me ardía, mis manos temblaban y mis piernas flaqueaban con cada paso que daba hasta la puerta de mi habitación.
Bajé por las escaleras con el corazón en la mano, mientras todos los recuerdos me golpeaban como ráfagas de viento.
-¿Qué acabas de decir Allison?- Susurró con voz pausante, casi sonó como una amenaza. No sabia si responder o no.
-¡Repítelo!- Gritó acercándose con una zancada, empujando mi cuerpo contra los casilleros del vestuario.
Su aliento quedo a centímetros de mi rostro. No se como ni por qué, pero el tiempo en ese momento se detuvo. Mi cuerpo no reaccionaba. No podía hablar. Estaba paralizada.
Su cuerpo se movía como si corrientes eléctricas pasaran por el, y en sus ojos podía ver mi miedo plasmado en toda mi anatomía. Su rabia era evidente e hizo mas presión en mi cuerpo llevándose con el un gemido mio.
-Es una perra.- Dije con voz suave, sacando fuerzas de donde no tenia, puse mis manos sobre el metal para sostenerme y mi mirada fija en la suya.
Su mano se plasmó en mi mejilla izquierda, eso iba a dejar huella. Había dolido tanto como si me hubiera arrancado un brazo. Una pequeña lágrima cayo haciéndose camino por mis pestañas, bajando por la curva de mi nariz llegando a mis labios, en donde se rompió. Casi como me había pasado a mi.
Levanté mi mirada con precaución de que no se encontrara con la suya. No era mi intención de que su rabia aumentara más. No quería ser un hematoma andante. Y eso era lo que me preocupaba, ser su saco de boxeo, su muñeca preferida, o quizás aquella bicicleta en la esquina del trastero.
Después de ese día nunca volví a ver todo como antes. Supongo que abrí los ojos o eso me gustaría creer. Ya no podía mas. Mi corazón ya no podía más. Mi cuerpo ya no aguantaba más.
Llegando por fin a la salida, a mi salida, abri la puerta de la entrada, cogiendo la llaves que se encontraban colgadas. La lluvia caía por todas partes, con fuerza. Di unos pequeños pasos, sinceramente no sabia lo que hacia, pero corrí. Corrí como si mi vida dependiera de ello, de camino al bosque.
Ramas rozaban mis piernas desnudas, las cual mis pantalones no tapaban. Las hojas se levantaban cada vez que pasaba. Grité. Grité por que me estaba desgarrando por dentro. Luché, de verás que luché. Mis pies ya no podían mas, me fallaron y caí al suelo. Ya acostada en el, pude comprobar lo empapada que me encontraba, la tierra se pegaba a mi cuerpo mientras yo solo podía llorar y llorar.
Intenté levantarme pero resbalé cayendo por un pequeño barranco que llegaba al río. Sentí como si mi cabeza hubiese dado mil volteretas, cerré mis ojos con fuerza y cuando los abrí ya estaba el agua incluso por mis rodillas, sabia que el río no era profundo pero deseé haberme ahogado. Me quede mirando a la nada, la noche era fría y lo único que era visible eran las estrellas del cielo. Pasaron horas en donde yo me quede con la misma posición.
Cuando ya podía respirar con normalidad, me puse de pie, viendo como el agua bajaba desde mi cintura hacia abajo, caminé hasta estar en tierra firme, no sabia a donde me dirigía pero no quería volver a casa. No quería volver a esa mierda.
Llegué a un gran árbol con tal vez el tronco mas gordo, parecía un Secuoya gigante, ni siquiera veía el final de la copa. Toqué su robusto cuerpo, apoyé mi espalda en él, deje que mi cuerpo cayera lentamente al suelo, lleve mis rodillas a mi pecho, y cerré mis ojos decidida a quedarme hay. No se por que, pero sentía que al lado de este árbol viejo, podía estar segura.
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ALLISON EN MULTIMEDIA.
Canción del capitulo también en multimedia.
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Forgiveness.
Science FictionYo le amaba a él. Él la eligió a ella. Samantha Posey Lynch aquella chica callada y tímida. Es absolutamente cliché. Pero así sucedió, resquebrajando poco a poco mi corazón, con cada pelea, cada grito, cada golpe. Hasta dañarlo por completo. Lo únic...