Publicado en FanFiction entre el 8/9/2013 y el 30/9/2013. HTTYD no es de mi propiedad. Pertenece a Dreamworks y/o Cressida Cowell.
¡Leed y disfrutad!
Hipo se acercó a la estantería. Estaba nervioso, pero, feliz a la vez. Había trabajado duramente varios meses en aquel traje, que era todo un ejemplo de obra de ingeniería y herrería. Tenía ganas de por fin probárselo y utilizarlo en las prácticas con Desdentado.
El castaño cogió la caja y la puso en la mesa. Desdentado con curiosidad se acercó por detrás de su jinete, esperando a ver qué había en el contenido de aquella caja, ya que ni él sabía en que había estado trabajando el chico durante tanto tiempo.
Hipo abrió la caja lentamente, como si de un cofre del tesoro se tratara. Dejó la tapadera a un lado y contempló el traje.
Se trataba de un chaleco de cuero negro con hombreras y en una de ellas, en la derecha, estaba ilustrado el logo de la isla Mema de color rojo. Una camisa de cuero de color marrón semejando las escamas de un dragón. Dos cinturones, uno en la cintura y el otro cerca del pecho. Muñequeras de cuero, que le llegaban hasta el antebrazo, en una de ellas estaba una funda donde guardaba una daga. Unos pantalones de cuero marrones rodeados con unas tiras de cuero en las rodillas, haciendo de nudo para sacar las alas que le ayudarían a planear en los vuelos con Desdentado. Y una máscara que le cubría toda la cara con unos toques de escamas salientes en la frente.
—Bueno... ¿Cómo me queda? —preguntó Hipo tras haberse puesto el traje.
Desdentado extrañado, miró de arriba a abajo al chico. No parecía un vikingo normal y corriente, aunque claro, Hipo no era un vikingo normal y corriente. Era un muchacho que siempre intentaba modernizar a su aldea, para no ser siempre unos tradicionales vikingos, que alguna vez podían sufrir el ataque de Alvin el Traicionero, y más ahora que sabía controlar a los dragones y quien sabe cuándo sería su próximo ataque.
— (Estás genial, amigo) —pensó Desdentado, dedicándole una sonrisilla al chico.
Hipo se miró de arriba a abajo, retocándose el chaleco y algún que otro desajuste de las tiras de cuero.
— ¿Crees que le gustará a Astrid, campeón? —preguntó Hipo.
— (Seguro que cuando te vea, se te va a tirar encima) —pensó Desdentado, poniendo los ojos en blanco.
—Vamos, no seas celoso —dijo Hipo acariciándole detrás de las orejas.
Desdentado siempre disfrutaba de las caricias de su jinete y le hacían olvidar la envidia que sentía hacia Astrid. No es que fuera una envidia muy profunda, solo es que quería a su amigo y sentía ese instinto protector que no lo dejaba bajar la guardia ni un solo momento.
En Mema ya estaba anocheciendo y las últimas caricias del Sol decía adiós a otro día en la Tierra, sumergiéndose en el mar. Astrid estaba en la playa, junto a los demás Jinetes. Habían venido con sus dragones para disfrutar todos de la lluvia de estrellas.
Ella estaba preocupada, dando vueltas de un lado a otro, pensado en que algo malo le había pasado a Hipo: él nunca se retrasaba tanto cuando quedaban, y menos cuando era una cita con Astrid.
Mocoso se le acercó, con malas intenciones, intentando que se fijara en él, pero, a su manera.
—Vaya, vaya. Parece que Hipo no aparece, ¿Qué le puede haber pasado? —dijo Mocoso exagerando la voz dramáticamente.
Astrid se le quedó mirando con seriedad, intentando controlar su rabia y no lanzarse hacía él con su hacha y no matarle allí mismo delante de los demás. Intentó pensar en otra cosa, en Hipo por ejemplo. ¿Dónde se había metido?
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Lluvia de estrellas
ФанфикHipo ha inventado el telescopio para esta noche que es la lluvia de estrellas ¿Funcionará el telescopio? ¿Qué ocurrirá hasta ese momento? ¡Leed amigos y descubridlo!