Gracias a ti y a tus ojos *primera parte*

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Rubén Doblas es un joven normal, alto, de cabello castaño que usualmente lleva levantado con gel y de unos preciosos ojos verdes, o al menos eso pensaba su compañero de piso, Miguel.

Miguel por su lado, era un poco más bajo que Rubén , con cabello negro y ojos oscuros, que Rubén por lo general se quedaba mirando sin que el ojinegro si diera cuenta.

Increíblemente cada uno por su lado pensaba que los ojos del otro era lo más hermoso que había visto, que lo ocultaban por miedo a perder la amistad que habían construido con los años, ambos callaban sus pensamientos, ambos estaban equivocados.

Era como esa típica situación cliché en que ambos sentían una pared invisible que tenía escrito un "No le gustas", lo cual era mentira, pero claro, ellos no lo sabían.

Este día no tenía nada de especial; estaban ambos en aquel departamento que compartían desde hace un tiempo, Rubén se dedicaba a molestar a Miguel mientras este intentaba en vano jugar tranquilamente en su consola.

- Mangel, Mangel, Mangel, Mangel- decía insistentemente el castaño mientras picaba con su dedo la mejilla del otro muchacho.

- ¿qué pasa macho?, déjame jugar tranquilo-

- pero ¡Mahe!, me aburro un montón-

- ¿y qué quieres que haga yo?- dijo Miguel mirado fijamente a Rubén esperando una respuesta.

-no se tío, y no me mires tan fijamente que me pones de los nervios- dijo Rubén mientras se reía con nerviosismo.

- ¿y ahora por qué te pone de los nervios que te mire?- Miguel sonrió de lado mientras miraba más fijamente Rubén que evitaba lo más que podía su mirada.

-es que - Rubén no sabía que excusa poner frente a esta situación que él solo se había creado, así que optó por bromear con él, como siempre - tus ojos me hipnotizan Mahe - dijo con un tono de voz muy dulce y moviendo rápidamente sus pestañas

- joder tío, que tonto que eres- dijo Miguel mientras reía de la supuesta broma de su amigo

El ambiente era tranquilo mientras los dos chicos reían relajadamente de sus bromas y jugaban juntos durante el resto de la tarde.

Una llamada interrumpió esa atmósfera cuando el celular del más alto sonó.

-quien molesta justo cuando iba ganando, joder- dijo malhumorado mientras pausaba el juego y buscaba su móvil en los bolsillos de su pantalón

-¿ganando? ¿Que estas ciego o qué?- decía Miguel mientras se burlaba de su compañero

- si claro, ya ya calla - Rubén contesta su móvil mientras se aleja un poco de donde estaba Miguel

Eso le molesto un poco al chico, ¿ por qué se aleja? Como si el no fuera de confianza, ¿quién lo llamaba?; un feo sentimiento de celos crecía en su interior, pero obviamente no dejaba que el castaño se diera cuenta, eso destruiría su amistad, no es normal sentir celos por no saber con quién habla tu mejor amigo.

Por otro lado, Rubén se había alejado por que la que llamaba era Jen, y no quería que su amigo se enterara, sabía que no era de su total agrado aunque el jamás le haya dicho algo, lo veía en su rostro cada vez que la mencionaba...la pelirroja simplemente no le caía bien a Miguel y él lo tenía claro.

- alo, Jen, cuanto tiempo-

-¡hola Rubén!, ha pasado mucho- respondió alegremente la chica a través del teléfono.

- sí, mucho- a Rubén le agradaba Jen, era linda, divertida y graciosa, seguramente habría tratado de conquistarla si es que no tuviera esos extraños sentimientos por el oji-negro.

-te quería hacer una invitación...-

-te escucho- contesto alegremente el chico.

-¿te apetece salir esta noche?, me acaba de plantar una amiga y tengo entradas al cine a las 10:00- dijo rápidamente la pelirroja, casi sin respirar

-eeh - ¿Salir con Jen? Pensó el chico mientras analizaba la situación - claro, para eso son los amigos, ¿no? - dijo mientras sonreía

-¡genial! Me has salvado de perder la entrada, ¿nos juntamos a las 9:30 en la salida del cine?-

-claro, ahí nos vemos Jen- dijo Rubén, mientras se despedían y cortaba el celular volviendo a sentarse junto a Miguel que lo esperaba con el juego pausado.

- ¿quién era?- pregunto Miguel tratando de ocultar aquellos celos que le carcomían las entrañas.

Rubén no sabía si decirle que saldría con Jen, más que nada porque sabía que el otro se enojaría y quería evitarlo.

-pues...- esta vez el miro fijamente al pelinegro - Jen me ha invitado a salir hoy.

Miguel sentía que algo le quemaba las entrañas con esas simples palabras, tratando de no verse dolido le sonrió a su amigo

- que bien tío, ella es muy simpática, disfruta que aun eres joven- dijo con la mejor sonrisa que pudo fingir.

Rubén sabía que aquello era mentira, se le notaba a Miguel que Jen le caía mal, aunque él no sabía por qué.

- no hagas eso Mangel-

-¿hacer que?-

- sé que no es verdad lo que dices-

- ¿por qué te mentiría?-

- eso deberías decírmelo tú, ¿por qué te cae mal Jen?-

-Por qué ella puede robarte de mi lado, es una chica, es linda, simpática, graciosa y no tiene rabo- pensó miguel mientras tragaba sonoramente saliva.

- nunca he dicho que me caiga mal- dijo por fin luego de ordenar sus ideas.

- tampoco has dicho que te agrade-

- ¿ósea que automáticamente me cae mal por eso? No seas tonto Rubiuh, la chica es simpática, ¿por qué me caería mal?-

-...porque te conozco, y se cómo actúas frente a la gente que no te agrada-

-ya, te creo, pero y si eso fuera cierto, ¿qué importa? ¿Dejaras de salir con ella porque no me agrade acaso?- dijo empezando a cabrearse Miguel.

¿Cómo respondes a algo así? Pensó Rubén; estaba acorralado, entre aquello que era correcto, salir con Jen, y lo incorrecto, gritarle en la cara lo que sentía al pelinegro.

Opto por la primera opción.

-me voy con Jen Mangel, nos vemos en la noche...quizás- dijo sin más el castaño mientras se dirigía hacia su habitación a tomar sus cosas y marcharse

Miguel solo pudo quedarse ahí sentado, tratando de poner cara de aburrimiento, siendo que por dentro las ganas de gritarle al castaño que no se fuera eran gigantes; callo...

Y Rubén simplemente se marchó al cine a encontrarse con Jen.

Gracias a ti y a tus ojos [Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora