Gracias a ti y a tus ojos [Rubelangel]

Gracias a ti y a tus ojos *Parte final*

La vida es en ocasiones muy incierta; hay veces en que no sabemos el porqué de nuestras acciones, pensamientos o emociones; es imposible negar que existen y también no queremos dejar de sentir aquello que nos hace felices, aunque toda felicidad conlleve una pequeña tristeza por detrás.

Miguel no pensaba en nada, solo corría tratando de alcanzar a aquel joven que traía sus pensamientos hechos un caos desde ya hace bastante tiempo, solo quería alcanzarlo, pero ciertamente no sabía muy bien que diría cuando estuvieran de frente una vez más.

Por su parte, el chico de ojos verde no dejaba de cuestionarse absolutamente todo lo que le había sucedido en ese escaso periodo de tiempo; había dicho casi de forma abierta que le gustaba su compañero de piso frente a una chica la cual pretendía que fuera su novia para olvidarlo, para luego defenderlo con uñas y dientes, ¡hasta había dicho que iría tras su polla! En qué demonios estaba pensando, ahora quizás Jen iba con el chisme a todo el mundo y él como idiota no tendría como replicar algo que es la pura y santa verdad

Sentía que los sentimientos que tenía jamás serían correspondidos y odiaba sentirse ridículo porque se había enamorado de su mejor amigo, como en la típica película cutre de bajo presupuesto.

Miguel ya se encontraba muy cerca de donde Rubén estaba caminando, pero había aminorado el paso tratando de ordenar sus ideas y su respiración

¿Llego en plan casual o dramáticamente? Pensaba el oji-negro mientras sentía como sus manos empezaban a sudar; se decidió por llegar de manera casual, así que apurando un poco el paso alcanzó por fin a Rubius para tocarle el hombro suavemente y que este último se girara fijando su vista en el despeinado Mangel enfrente de él

Ninguno dijo nada

-¿Mangel?- dijo Rubius rompiendo el silencio que se había producido

-¡Hola! ¿Qué haces por aquí tío?- dijo un muy nervioso Mangel tratando de ocultar lo mejor que pudo las ganas de salir corriendo y esconderse bajo una roca el resto de su vida

-pues...que andaba con Jen en el cine, te avise antes de salir...- Rubius estaba muy nervioso ¿por qué se había aparecido justo ahora el pelinegro? El solo quería ordenar un poco su cabeza antes de volver a verlo

-si ya se hombre, me refiero a que haces aquí...solo...- dijo Mangel empezando a caminar haciéndole un gesto a Rubius para que lo siguiera

-ha pues... me he peleado con Jen- dijo desviando un poco la vista de los ojos oscuros de Mangel para comenzar a caminar a su lado

-¿enserio? Hombre... ¿Qué ha pasado, te dijo algo?-

-tranquilo...- Rubén lo miro por un momento pensando si decirle o no el real motivo de su pelea - solo, diferentes puntos de vista frente a un tema...- dijo quitándole un poco de importancia

- ¿puedo preguntar qué tema?- dijo un muy curioso Mangel

- eres un cotilla- dijo el peli-castaño para luego reírse de la cara que había puesto su amigo

-ya deberías saberlo- dijo lanzando una mirada que pretendía ser muy sensual

-te pareces a la tipa esa del pollo frito- dijo riendo aún más fuerte el chico castaño

- Rubius, que a los chicos también nos gusta el pollo frito-

-pollo, pollo, ¿polla?-

- quizás...- el chico de ojos verdes no supo su tomar eso como una indirecta o simplemente como parte de la broma, por lo cual por un momento no supo que decir y se quedó largo tiempo en silencio mirando al otro chico