Gracias a ti y a tus ojos [Rubelangel]

Epílogo

¿Han sentido cuando todo a su alrededor es algo insignificante por que se encuentran en un momento tan perfecto que nada más importa? Así mismo se sentían dos chicos en medio de un parque enfrente del mundo entero mientras se entregaban al otro en un beso dulce y lleno de cariño

Hoy el sol se escondió y no quiso salir

Te vio despertar y le dio miedo de morir

Abriste los ojos y el sol guardó su pincel

Porque tu pintas el paisaje mejor que él

Mangel sentía que no existiría un momento más perfecto que este el resto de su vida; había besado a mucha gente, en muchas circunstancias, pero ni siquiera aquel primer beso que dio en su adolescencia se comparaba con tener al castaño pegado a su boca de la manera en la que estaban, era simplemente el momento perfecto en su mente, olvidó a Jen, Chetto, Alexby, el mundo en general y se entregó completamente a sentir aquellos suaves labios sobre los suyos

Cuando amanece tu lindura

Cualquier constelación se pone insegura

Tu belleza huele a mañana

Y me da de comer durante toda la semana

Rubén por su parte sentía el corazón desbocado con tanta emoción; cuando salió de su casa en la mañana no esperó jamás terminar besando a su mejor amigo en medio de un parte, pero no se arrepentía de nada, de hecho, poso la mano que tenía libre en el hombro del muchacho para así poder acercarlo aún más a su cuerpo que exigía tener todo el contacto posible.

Tus ojos hacen magia, son magos, los abriste

Y ahora se reflejan las montañas en los lagos

Y la única verdad absoluta

Es que cuando naciste tu

A los arboles le nacieron frutas

Ambos se separaron un momento para observarse sonrojados y nerviosos

-creo...- dijo el peli negro - que el muchacho ya no me va a dar de ostias...-

El castaño simplemente rio ante el comentario - Eres un subnormal - dijo antes de volver a cerrar los ojos y besar esos labios que lo traían loco

Naranja dulce, siembra de querube

Como el sol tenía miedo se escondió en una nube

Hoy el sol no hace falta esta en receso

La vitamina D me la das tú con un beso

el peli negro rodeo con sus brazos la cintura del otro chico para así poder acercarlo aún más en aquel segundo beso que se estaban dando sin importarles nada; por su lado, el oji-verde rodeo con sus brazos el cuello del otro.

La luna sale a caminar siguiendo tus pupilas

La noche brilla original después que tú la miras