Me desperté por el molesto resplandor del sol en mi cara, giré la cabeza a mi derecha y me encontré con una cabellera rubia, la chica aún dormía, ambos nos encontrábamos desnudos, comencé a despertarla, cuando lo hizo le dije que se fuera, ella protestó molesta, pero aún así me deshice de ella, al salir de mi casa me gritó un gran: ¡MALDITO IMBÉCIL! muy furiosa, ¡ja! estas chicas son tan molestas, creen que por un acostón ya son importantes, nadie ha logrado serlo, aparte de... Perrie. Esfumé esos dolorosos pensamientos de mi mente y me levanté, me fui a hacer mi rutina de limpieza, al terminar me vestí y bajé a comer algo, como siempre no había nadie en casa, era domingo, no tenía planes para hoy, encendí la TV y comencé a hace zapping, como siempre... nada interesante, tomé mis llaves, dinero y mi celular y salí a la tienda de Kelly a comprar unos chocolates, al entrar saludé a Kelly.
-¡hola Kelly!- dije con una sonrisa.
-hola Zayn- me respondió amable- ¿qué deseas?
-quiero comprar unos chocolates- ella asintió y buscó mis chocolates, favoritos, ella sabe cuales son porque siempre vengo aquí a comprarlos, me los entregó y los pagué -gracias- dije y salí del local.Me dispuse a cruzar la calle, pero venían unos autos, así que tuve que esperar, estando allí parado, cuando de repente caigo al suelo y algo, mejor dicho, alguien, calló encima de mi, esa persona se levantó inmediatamente, al igual que yo, estando ya incorporado levanté mi mirada del suelo, encontrándome con unos bellos ojos azules, esperen... ¿bellos? estoy loco, yo nunca digo cumplidos, ni siquiera en mi mente, examiné unos segundos su anatomía, hasta que él habló.
-lo siento, es que venía a la tienda de Kelly a comprar unos chocolates, y pues he tropezado contigo, disculpa- dijo algo apenado aquel rubio oji-azul.
-como sea, no me interesa, solo fíjate por donde pasas- dije seco, incluso con una pizca de molestia, finalmente crucé la calle para luego irme a mi casa.Narra Niall:
Estaba aburrido en casa, ya que papá y mamá se fueron a una comida con unos amigos, Greg se fue el viernes a su universidad, así que no había nadie. Se me antojaron unos chocolates y fui corriendo a la tienda de Kelly, ya que estaba cerca, desafortunadamente cuando estaba por llegar tropecé con un chico, me levanté de inmediato y me disculpé.
-Lo siento, es que venía a la tienda de Kelly a comprar unos chocolates, y pues he tropezado contigo, disculpa- dije apenado.
-como sea, no me interesa, solo fíjate por donde pasas- dijo aquel oji-miel, tan frío como el mismo hielo.Eso me intimidó un poco así que entré tan rápido como pude a la tienda, compré mis chocolates y me fui a casa, al llegar noté que mis padres ya estaban en casa, les saludé, me comí mis chocolates, después de un rato cenamos y me fui a mi habitación.
Por alguna razón no dejaba de pensar en lo sucedido esta tarde, en ese moreno que fue tan grosero, pero algo de él me llamaba la atención, siento que lo conozco, pero no recuerdo de donde, quizá va a mi escuela y no me he dado cuenta, la verdad no es que le preste mucha atención a los demás, a duras penas y hablo con Louis y Harry, con tantos pensamientos, mi mente cayó rendida y caí en brazos de Morfeo.
Narrador Externo:
Este es un extraño comienzo para un gran amor, puede que parezca que estos chicos no tienen nada en común, y en efecto no lo tienen, pero ese será su punto más fuerte, será como la filosofía del Ying y el Yang, opuestos pero aún así se necesitan para complementarse, para tener un equilibrio que los ayude a sobrevivir en este mundo, esta historia recién comienza, y estos chicos muy pronto encontrarán el valor del otro, el valor de encontrar a esa "persona especial".