Capitulo 13: Los Herederos de Slytherin

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Después de aquel día Ginny parecía un poco mejor. Curaron sus heridas por su cuenta e intentaron que no se moviera mucho ya que eran muy profundad y por su aspecto también dolorosas. Tardo varias horas en despertarse desde que se la llevaron del pasillo de Hogwarts.

- ¿Qué me ha ocurrido?- fue lo primero que dijo Ginny al despertarse después de 16 horas durmiendo.

- Es una larga historia.- le contesto Harry acariciándole el pelo.

- Pues me gustaría oírla.- dijo ella cuando se dio cuenta de que estaba llena de vendajes

- No te muevas mucho.- le dijo Hermione- o tendremos que volver a empezar con todos los vendajes y mejunjes.

- Me duelen muchísimo.- se quejo ella

- Lamento decirte que te las hiciste tu misma esta vez.- le contesto Ron

- ¿A qué te refieres?

- Tú misma te cortaste los brazos para poder inscribir un mensaje en la pared.- le dijo Hermione con lágrimas en los ojos.

- ¿Inscripciones en la pared? ¿De qué me estáis hablando?- les pregunto asustada temiéndose lo peor.

Entre los tres selo pudieron explicar tranquilamente para que ella lo pudiera captar. Al final, Ginny tuvo que aceptar todo lo que le había estado ocurriendo y entonces fue cuando empezó a ponerse nerviosa. Tuvieron que tranquilizarla e incluso le juraron que encontrarían una solución al problema.

Durante los próximos días Ginny volvió a ser la misma, la razón por ello no la sabían. Todo comenzaba a ser muy raro pero nadie fue lo suficientemente detallista para notarlo. Mientras tanto una niña pelirroja con pecas y ojos marrones se estaba mirando al espejo en su habitación de Hogwarts.

Hacia eso desde que era muy pequeña, siempre que le ocurría algo se miraba al espejo y veía que era lo que le ocurría. El diario negro estaba en la cama extendido, ella ya no lo quería ni mirar. Hacia unos días había visto a una chica pelirroja de unos diecisiete años que había estado escribiendo en la pared donde ella también había escrito hacia nada más que pocos segundos. Si no fuera porque a la mañana siguiente casi no recordaba lo que había hecho, había jurado que esa chica era ella de mayor. A de mas, por si fuera poco, otras tres personas habían venido a ayudarla, un pelirrojo, una castaña con un pelo muy enmarañado y un ojiverde de pelo negro con gafas. Eran ellos tres, su hermano, su amiga Hermione y Harry Potter. No iba a negar que por un momento le había gustado lo que había visto ya que cuando el chico del pelo negro que se parecía a Harry la vio corrió hacia y ella y la abrazo tan fuerte como pudo dándole besos en el cuello. Pero en el fondo ella sabía que no era posible, que había sido todo un sueño ya que no era la primera vez que su mente le hacía tener malas pasadas, más de una noche se había levantado agobiada y sofocada con la mente en blanco sobre lo que había hecho horas antes. Lo único que le alarmaba era que esa memoria era demasiado real.

Al final llego a una teoría. El diario estaba realmente poseyéndola, más de lo normal, haciéndola creer que cosas de su imaginación eran reales. Era ya hora de librarse de ese diario negro.

Más abajo en la sala común estaban Harry, Ron y Hermione discutiendo sobre el tema:

- ¿De verdad creéis que hay un heredero de Slytherin?- les pregunto Hermione

- La pregunta no es si hay uno, sino si hay dos.-le contesto Harry

- Yo creo que no, ya oísteis al profesor Binns. Solo el heredero de Slytherin puede abrirlo, no dijo cualquier Slytherin.

El Viaje Tiempo AtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora