La hora de la pequeña fiesta en la casa de Brenda estaba cada vez más cerca. Los nervios de la anfitriona estaban a flor de piel. No sabía si sus mayores ídolos le iban a ser más un problema que una alegría, pero lo estaba pasando bien en el fondo. Y esos momentos con John... no los iba a olvidar jamás.
-¿Cuánto queda para que vengan las tías estas? - preguntó Roger, tirado en el sofá pequeño.
-No lo sé, pregunta a Brenda - Brian contestó de forma indiferente, haciendo zapping con el mando. A esas horas no había gran cosa en la televisión.
-BRENDA, CUANDO VAN A VENIR LAS PIBAS - gritó el impaciente.
Pegó tales voces que despertaron a John, quien se había dormido sentado, al lado de Freddie, quien estaba toqueteando la tablet de la madre de Brenda.
-Cielo santo menudo susto - dijo John de forma agitada. Su cara era más empanada que nunca.
-Ah John calla ya me desconcentras - regañó Freddie.
-¿Acaso Roger no te ha desconcentrado ya con sus gritos de rubia histérica? - ironizó el ofendido bajista.
-BRENDAAAAAAAAAA.
-CALLA YA ROGER - gritaron sus tres compañeros al unísono. Roger quedó o con carilla de pena y se recostó en el sofá.
-¿Alguien me llamaba? - Brenda entró al salón - Estaba cambiándome en mi habitación.
Todos quedaron mirándola asombrados. Se había puesto muy guapa, a pesar de que no llevaba puesto gran cosa ni se había pintado demasiado.
'No sé si podré evitar acercarme a ella. Es preciosa' pensó John, angustiado.
-Oh nena, estás espléndida - Freddie se levantó y tiró la tablet al sofá. Se dirigió al la muchacha y la dio una vuelta entera.
-Vamos, no exageres - rió - Tampoco estoy para tirar cohetes... solo me he puesto algo un poco más arreglado.
-Como tus amigas estén así de buenas como tú... uf - comentó Roger escondiendo su cara en sus manos.
-¡Roger! - rechistó Brian, echándole una mirada mortífera.
-Okay Brian yo solo te amaré a ti - puso cara dulce.
-Pero qué dices estúpido - Brian se puso rojo y miró hacia otro lado.
-¿Y-y a qué hora v-van a llegar tus amigas? - preguntó John, tratando de ignorar la bonita apariencia de Brenda.
-Pues a las nueve deberían estar aquí - miró al reloj del salón - falta media hora. Es la primera vez que tengo todo listo a tiempo...
El timbrecito del horno sonó avisando de que las pizzas ya estaban hechas. Brenda corrió hacia la cocina.
-Oh queridos, yo no estoy para fiestas... - Freddie se encontraba sentado en una de las sillas con una mano en la cabeza.
-Qué raro - le miró Roger muy extrañado.
-¿Acaso Linda no te ha hecho caso? - preguntó Brian.
-PERO SI LLEVAMOS SIN VER A LA GATA CASI TODO EL DÍA - se levantó rápidamente - LINDA - Freddie corrió fuera del salón para ir a buscarla. Los demás fueron tras él.
Por suerte, se oían sus maullidos. Provenían de la cocina.
-Dónde está la dichosa gata - murmuró Freddie - ¡No se la ve!
A continuación de los maullidos, se oyeron arañazos tras la puerta blanca del patio. Freddie la abrió y, tiesa del frío, salió Linda.
-CIELO SANTO MI PEQUEÑA - la cogió en brazos - ESTÁ CONGELADA - la abrazó.
-Al menos la encontraste - suspiró Brian.
-¿Quién la encerró ahí? - preguntó Roger.
Todos se miraron entre ellos. Brenda, sin embargo, seguía preparando la cena.
-Brenda, cielo, ¿sacaste tu a la gata?
-Oh si, para que hiciera pis y eso... OH MIERDA, NO LA ENTRÉ - se giró hacia ellos - ... a-ah...
John se apenó de ella en aquellos momentos, temiendo lo que Freddie pudiera decir.
-Eso ha sido un detalle por tu parte, pero... me gustaría que me pidieras permiso para ello. Linda es mi niñita y quiero saber lo que la pasa a cada momento - dio un besito a su mascota.
El resto de la banda se miraban entre ellos con una sorpresa desbordante.
-Pero si estuvo a un pelo de quemarme el coche por echar a la gata del sofá cuando quería echarme una siesta - le susurró a John.
-Será porque es una chica... porque él casi lo es también - rió levemente.
-Lo siento, no volverá a pasar. Se me fue el santo al cielo... ¡Me encuentro tan desbordada con todo esto que está ocurriendo!
-Es normal, con cuatro mandriles como nosotros y una fiesta esta noche a cuestas... es totalmente comprensible - sonrío Brian de forma tranquilizadora.
La chica se encogió de hombros.
-Deberíamos agradecerle todo lo que está haciendo por nosotros - añadió John.
-No hay nada que agradecer. Sois mis ídolos, y lo volvería a hacer una y mil veces más si pudiera - agachó la cabeza algo tímida.
Todos se abalanzaron hacia ella y la dieron un abrazo de lo más cálido, a modo de agradecimiento. Pero pronto sonaría el timbre anunciando la llegada de las anfitrionas.
-SON ELLAS, SE HAN ADELANTADO. QUÉ NERVIOS - Breda salió del montón hacia el pasillo - Por favor chicos, comportaos normal, os lo pido - se asomó a la puerta de la cocina.
-Lo haremos - dijeron al unísono, con una sonrisa confortadora.
Brenda también sonrío y fue a abrir a sus amigas.
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Pronto terminaré esta historia porque si no, se me alargará demasiado hasta el punto de quedarme en blanco 😅 pero pronto empezaré otra llamada A Day at the Whatsapp (tengo algo escrito ya) en el que Queen cogerá el móvil moderno e incluso Twitter, imaginaoslo xddd no sé si os gustará , ya la veréis ☺️
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Bienvenidos al futuro.
De TodoJohn experimenta con el amplificador de su querido amigo Brian. Pero en lugar de mejorarlo, lo convierte en un extraño aparato que llevará a Queen al futuro. ¿Qué les deparará? - Esta historia es completamente ficticia y no compatible con la realida...