Mis piernas se movían ligeramente en el frío de la noche. Mis zapatos hacían ese sonido enstruendoso al ser aplastados contra la acera gruesa y tenue. Detrás mío sentía otros pasos, pero en cambio, estos parecían ser más de dos piernas. En realidad, sonaban a las 4 patas de un animal grande, dominante, posesivo y sobre todo... Peligroso.
Miré por mi rabillo del ojo y allí lo ví siguiendome. Era un animal grande, su pelaje era de un blanco llamativo y su ojos..... Sus ojos eran de un azul marino hermosos. Sus patas corrían en sincronización siguiéndome, mis únicas piernas se iban debilitando a cada paso que daba. Ese animal se acercaba cada vez más a mí, a veces lograba escuchar sus gruñidos cerca mío, como si odiase que corriera de él.
Su figura de animal peligroso me aterraba, aunque no quería decir que no me atraía un poco. Sentía una adrenalina correr dentro de mi cuerpo, mi corazón palpitaba tan fuerte que podía sentirlo dentro de mis oídos.
A veces llegaba a sentir una voz dentro de mi cabeza, pero no era lo suficientemente clara como para entenderla. Parecía querer comunicarse conmigo, pero yo no lo dejaba entrar en mi mente; estaba alejando aquella voz de mí. Aunque algo dentro mío me impulsaba a dejarme llevar, y quiera o no, aquella voz estaría de por vida dentro de mi cabeza cuando quisiera.
Finalmente sentí como algo tan pesado me empujaba no tan fuerte contra el asfalto. Había caído de espaldas, pero no sentí ningún golpe o raspón en mi piel. Como si hubiera caído sobre in saco de plumas livianas y cómodas. Lentamente, una sombra se iba acercando a mi cuerpo tendido, mis manos sudaban y mi respiración era irregular. Ese animal se quedó mirandome fijamente a mis ojos; sus hermosos ojos celestes me penetraban los míos como si fuesen rayos X. Mi mente no podía procesar que aquella bestia sea de aquel tamaño, ni tampoco por qué lo llamaba de aquella forma. Más bien, yo sabía que tipo de animal era, pero no de los que en verdad conocía.
Un lobo. Un hermoso lobo blanco se hallaba frente a mí. Se había colocado encima mío, atrapándome entre sus 4 patas. Tenía su hocico muy cerca de mi rostro, su respiración era agitada y sus gruñidos eran muy fuertes. Miré a sus ojos, estos tenían un brillo. Aquel lobo parecía dolido por dentro.
Algo me hacía cosquillas en mi mente, por más imposible que sea, advirtiendome que esta no sería la última vez que vería a este animal, más comúnmente llamado lobo, cerca mío. Pero solo una pregunta volaba dentro mío.
¿Quién era él?
ESTÁS LEYENDO
Unlove You
Science FictionEsta obra está registrada en Safe Creative. Código: 1509075110311 Obra comenzada el día 7/9/15 12:28 a.m. Prohibida la copia parcial o total de la obra. No copies, se original.