capítulo 5

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me desperté debido a que el calor no me dejaba respirar, me removí en busca de aire. claro... ¿pero como iba a respirar si Alex me apresaba en un abrazo de oso, con su lindo rostro en la curva de mi cuello y la mitad de su gigante cuerpo sobre el mío? dios... si que pesa. - Alex, muévete un poco - le susurre moviendo mi hombro.- no puedo respirar...-

-si puedes - dijo él con adormilada y burlona simpleza, me pego más a su, literalmente, cuerpo ardiente.

-no, alex. no puedo - le dije, sus pestañas rozaban mi cuello causándome cosquillas, reir suavemente sin poder contenerme... estar con alex me daba un enorme sensación de paz, de amor, de libertad... sabía que mi novio había pasado por cosas por las que un niño no debía pasar y me entristecía demasiado, aunque en el fondo sabía que si no hubiera pasado por aquellas cosas, jamas lo habría conocido y en ese aspecto agradecía, pero seguía doliendo. simplemente alex y yo somos mas que novios. alex es mi mejor amigo, confidente, mi doctor, el chico que me hace bullying, el único que me veía llorar y sonreía; una vez le había preguntado por que lo hacia y me había enamorado un poquito mas de él...

FLASHBACK

-¿por que lloras? - me preguntó con voz inocente sentado en el suelo de mi habitación.

-no lo sé, alex... supongo que igual me afecta, aunque ya casi no la recuerde.- volteé y mire a ese chico de catorce años mirándome con una sonrisa tierna, sin poder evitarlo sonreí.

-¿que? - le pregunte por su cara bobalicona.

- no sabe lo bien que me hace sentir que puedas llorar frente a mí. - lo miré mal.

- waoo, gracias... nunca nadie me había dicho algo como eso.- susurré con demasiado sarcasmo.

sentí como me rodeo desde atrás con sus brazos mientras yo veía indignada la tormenta por la ventana. - no es eso, es como... no sé... me hace sentir bien que solo confíes completamente en mi, como yo en ti.- dijo apoyando su frente en mi hombro, y sentí como mi corazón emprendía vuelo completamente por primera vez.

FIN DEL FRASHBACK

-¿en que piensas? - me preguntó con curiosidad.

- en lo fastidioso que eres - se puso la mano en la boca fingiendo estar ofendido.

-tu eres mas fastidiosa que yo - dijo suficiencia y comenzó a reír como loco. sin poder evitar la risa lo miré como diciendo "vaya amigo... estas mal"

luego de una hora de hablar estupideces con Alex nos decidimos a dar un paseo o mejor dicho "vamos a comprar mucha comida para el gordo Alex"

-Alex, no. - le regañé mientras esperábamos la luz en su nuevo auto el cual tenía desde hace dos meses, pero antes no había querido usar. Jugueteo con su mano sobré mi abdomen de nuevo. Reí. - ¡Alexander!

-ya, ya... - levantó sus manos en son de paz, con una genuina hermosa sonrisa... -¿a donde quieres ir?

-¡helado! ah, tambien hay que ir a comprar las cosas para cocoa - le supliqué con una sonrisa según yo, tierna.

- mille, el helado no es comida. Si quieres luego de comer algo que te alimente vamos por un helado. - me dijo como su fuera una pequeña bebé. Hablando de bebes... tenía dos semanas que no veía a Isabelle, la hermana pequeña de Alex. -¿has visto a Isabelle?- miro por la ventana claramente molesto.

-¿por qué no Alex?- ambos sabíamos que la madre de Alex no estaba completamente apta para cuidarla, pero cuando yo había intentado hacerlo había terminado con varios golpes por parte de la madre.

- se la llevó. - dijo con voz un poco partida. Mierda. - no sé a donde, pero no podía decirte.

-Alex, por dios... - respiré hondo no quería hacerlo sentir más mal. -¿tienes alguna idea de a donde pudo haber ido? - me miró triste y negó. De pronto recordé lo que esa loca me había gritado cuando me golpeó. Es mi hija y no dejaré que la críen unos niños en este aire contaminado. La criare como lo hice con Alex. Era doloroso ver las marcas que mi novio tenia por todo su cuerpo, pues, ella en ese lugar lo único que le brindaba era comida y techo.

El pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora