Fantasías de Panadero [Gay] [+18]

Capítulo 4: Gale [+18]

Sus labios eran dulces, contradiciendo a su tosca apariencia, las partes recientemente humedecidas por su saliva eran mis favoritas. Me incliné un poco más con el fin de tener más fácil acceso a él, aunque debió de tomarlo como una señal. Su mano subió lentamente hasta mí hombro y tiro de mi hacia él, haciendo fuerza con el brazo. No quería obligarle a esforzarse aunque no podía interrumpirle ahora.

̶G-Gale... - Intenté susurrar, pero mis palabras fueron interrumpidas por sus labios de nuevo. Me colocó encima suya, apoyé mis manos a los lados de su cabeza sobre la almohada para no dejar mi peso caer, aunque antes de que pudiera darme cuenta ya estaba enredado entre sus brazos. Bajó la mano de mi hombro hasta mi cintura, y a apoyó la que tenía libre en mi espalda para hacer presión, me presionaba contra él, quería más... y yo también

Su lengua se movía ágilmente entre mis labios, tomando mi sabor al mismo tiempo que yo recibía el suyo, no era mi primer beso pero yo lo sentía como si así fuera.

La mano en mi cintura subió metiéndose por debajo de mi camiseta, en un principio como una pequeña caricia, pero enseguida se revelaron sus verdaderas intenciones cuándo levantó gran parte de esta, con el propósito de quitármela

̶ No.. Gale... ̶ Susurré apoyando mi frente contra la suya, todavía podía sentir su respiración ̶ No... deberíamos...

Sus ojos levantaron la mirada para encontrarse con la mía, nunca había visto a Gale así

̶ Estoy cansado de que me digan lo que puedo o no hacer... Peeta... yo quiero esto. ̶ No respondí, pero mi mirada fue suficiente para que entendiera que yo también lo quería... y era eso precisamente lo que me asustaba.

Tiró mi camiseta al suelo una vez se hubo librado de esta y pegó mi cuerpo al suyo, y fue cuando noté que estaba mucho más caliente de lo que imaginaba. Si las heridas en los pectorales le dolieron, no lo mostró, y me volvió a besar. Esta vez ambos estábamos mucho más sueltos y los besos se volvían poco a poco más profundos.

Volvió a intentar deshacerse de mi ropa, esta vez mis pantalones.

̶ No... No puedes moverte.. ̶ Aún tenía el sentimiento de culpa de que Gale estuviera en una camilla sin poder moverse, no quería empeorar las cosas. ̶ Lo haré yo... ̶ Susurré y volví a darle un pequeño beso, acariciando su cara con mis dedos y mirándole a los ojos mientras retrocedía lentamente.

De sus labios pasé los míos a su pecho, que cubría de pequeños besos poco a poco a la vez que bajaba lentamente haciendo un pequeño recorrido. Notaba su vello rozar mi nariz a la vez que su aroma me excitaba.

Con un rápido movimiento solté el botón de su pantalón y retiré este con cuidado, llevándome con él los bóxers negros de Gale. Finalmente, estaba desnudo.

Al levantar la mirada pude ver que Gale hacía un esfuerzo para alzar la cabeza, acaricié sus piernas desde la rodilla hasta los laterales de sus nalgas

̶ Relájate... ̶ Susurré, y mentiría si dijera que ese mensaje iba para Gale y no para mí, aunque éste se lo tomó bien y tumbó la cabeza mirando hacia arriba.

Rodeé su gran miembro con mi mano derecha y lo levanté para apoyarlo sobre mis labios, la dureza de este me indicó lo excitado que debía de estar Gale. Di pequeños besos antes de retirar la piel que le rodeaba y abrir la boca, lo justo para meter la punta y comenzar a lamerla en círculos buscando su reacción placentera

̶ Ohhh... ̶ Susurró y eso fue suficiente señal para dar un paso más.

Abrí más la boca, con cuidado de que no rozara mis dientes y comencé a subir y bajar sobre su erección, usando siempre la lengua para estimularle. Alguna que otra vez sufría una pequeña arcada que contenía para no molestarle, y poco a poco, el fuerte sabor de su miembro pasó a ser mucho más suave y agradable.

̶ Ohh... P-Peeta... ̶ Sus jadeos se volvieron más continuos y su pecho subía y bajaba debida a la rápida respiración, su mano me tocó, pensé que presionaría en búsqueda de aún más placer pero en lugar de eso buscó mis dedos y los entrelazó con los suyos, apretando cuando el momento culminante llego y finalmente, se corrió dentro de mí.