Heredera

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Miércoles, en la mitad de la semana, hoy seria el primer día en el trabajo de Benjamín, por lo de ayer parece un buen chico, era igual que en la foto, piel blanca, cabello negro y alborotado, alto; ya confirme el color de ojos, azulverdosos; una mezcla de esos dos colores, hermosos colores, era como tener una laguna limpia y clara con su césped verde al rededor, todo eso en sus ojos; sonrisa amplia, trasmite ternura, alegría, vamos a llevarnos bien, o eso es lo que espero.

Entre con un café en una mano y en la otra mi carpeta con los informes del día, aquí apunto las noticias que ocurren en el mundo, aparte de esta ciudad. Salude a Cameron, el secretario de la Sra. Bacchetti, y mi mejor amigo, es un tipo alto, moreno, ojos color cafe oscuros, cabello alborotado, un hombre muy divertido, 28, un año mas que yo, aprecio mucho a Cam. Subi a mi oficina saludando a todos y cada uno de los empleados, me sente dejando caer todo mi peso en la silla de oficina.

Lo unico que hice fue averiguar, con algunos datos policiales, algo mas sobre la niña desaparecida.

Estaba entretenida con eso, hasta que me llamo mi secretaria, Giselle;

- ¿Que sucede?

- La Señorita Bacchetti la llama a su oficina. - Soy la unica que le dice Señora, para mi a una mujer pasada de los 30 debe ser llamada señora, aunque este soltera, y ella esta soltera.

- Voy para alli.

Dicho esto me levante del asiento y camine a esa gran habitacion, toque dos veces y escuche su voz dandome el paso. Entre y como siempre me respondio dandome la espalda;

- Toma asiento.- hice caso a su orden.

- ¿Para que me llamo?- dije algo asustada.

- Para charlar y recordar tal y como hicimos el otro dia. - estaba rara.

- Oum, en ese caso, hablemos, sobre ¿que quiere conversar? - poso sus manos sobre el escritorio, subio lentamente su mirada verdosa junto a la mia cafe, dio un grave suspiro antes de hablar.

- Ya sabes que... Soy una mujer grande, 67 años no es poco- yo solo asentia- y yo nunca me case, no tuve hijos, siempre sola - sus ojos empezaban a ponerse vidriosos, tome sus manos.

- Usted no esta sola, me tiene a mi, y antes tuvo a mi madre.

- Por esa razon te llame hija mia- hizo un gesto moviendo la cabeza, como corrigiendose- Angela...

- Dime asi, tu eres como mi madre, no hau problema alguno Chan- dije dandole mas seguridad de sus palabras.

- Bueno... Hija - repitio- yo debo retirarme con tantos años encima, y no tengo herederos para este edificio...

- Perdone pero, no entiendo a que quiere llegar.

- Queria pedirte que seas la heredera del periodico "Oggi" - quede pálida y con los ojos extremadamente abiertos, ella rio - ¿Aceptas?

- No se que decir Chantel- me pare y comencé a caminar por el lugar- tengo veintisiete años soy joven para manejar toda una empresa.

- Yo comencé a los veinticuatro, no se cual seria el problema.

- No lo se...

- Vamos, no se cual seria el drama, tienes la suficiente capacidad para manejar todo esto, eres madura, responsable, sabes como estar y controlar este ámbito de noticias, acepta por favor, yo ya estoy vieja para seguir trabajando.

- Es que...

- En que nada, yo te elijo como mi heredera, quieras o no lo seras.

- Entonces porque me llamaste si tu lo decidiras.

- Para que lo sepas.- agarro un papel impreso lleno de palabras y con un sello abajo- firma por favor.

- Yo no firmare nada aun- me resigne.

- Espero hasta mañana Angela- cuando dice mi nombre completo significa que se enojo un poco.

- Mañana tendrás la respuesta, o esta noche, no se.

- Te veo luego Angie- dejo el bolígrafo y la hoja, entrecruzo sus brazos y me miro seria.

- Hasta luego Chan- tome el picaporte y salí de esta oficina.

Iba pensando en los pasillos como sería ser jefa de todo esto... Wow... Tengo que pensarlo bien.

Entre a mi oficina y jugué un rato con un lápiz N°2 que encontré allí, mire a la ventana pensando en voz alta "¡No se que hacer por Dios santo!" Si acepto tengo un gran futuro pero una gran responsabilidad, si no acepto seguiré como estoy, siendo una simple editora. Seguí observando el pedazo de cristal en la pared, vi bajar de un taxi a un chico, muy apresurado la verdad, ohh era Benjamín... Se lo ve tan emocionado, si seria el a quien proponen esta oportunidad la aceptaría sin dudarlo, como cualquier otra persona que respira aire de esta tierra, soy tan desaprovechadora, pero tengo miedo... Bah, peor seria si no lo intento y me quedo con la duda, voy a hablar con Chantel.

Camine nuevamente a su oficina y abrí segura la puerta, me encontré con Benjamín de frente, otra vez esos ojos, esa laguna y su césped verde en una sola mirada.

- Hola Angie- dijo con su grave voz.

- Benjamín- dije seria pero con una sonrisa.

- ¿Se conocen?- escuche por detrás a Chan.

- Si, ayer tuvimos un "choque" - dijo riéndose, yo respondí igual.

- ¡Que bueno! Es un gran chico Ángela, hay que aprovechar ese talento - se ruborizó por el comentario, yo solo reí.

-Emm Srta. Bacchetti, solo vine a avisarle que acepto su antigua propuesta- su rostro se mostró con una gran mueca de felicidad.

- Me alegro de que haya entendido Srta. Loreti, por favor firme esto- frente a otras personas nos tratábamos como personas formales.

Me acerque a su mesa y firme la hoja dándole solo una ojeada. Agradecí a la mujer y salí de la oficina, dedicandole una última sonrisa a Benjamín.

Así que... Aquí estoy, soy la nueva heredera de este lugar. Voy progresando de a poco con mi vida.

Tutto accade in ItaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora