"Las cosas caen sobre su propio peso".
Muchas gracias Newton. Si no hubieras dicho eso, ahora mismo, cientos y cientos de personas se estarían lanzando de un barranco con los brazos abiertos, para llegar a las nubes y olvidarse de la realidad. O para llegar a las nubes y visitar a alguien que antes estuvo en tierra.
Dicen que siempre hay una excepción que confirma la regla, pero hay reglas que simplemente son imposibles de confirmar, y no creo que nadie hubiera logrado lanzarse sin estamparse contra la realidad y partirse la boca contra las leyes.
Yo mientras, voy a seguir construyendo la escalera mecánica con la que confío llegar a la luna un día de estos. Y una vez allí, gritar a los cuatro vientos que el es lo mejor que hay.
Porque no hay megáfono con suficientes decibelios para que la onda expansiva de mis palabras llegue a la mitad de las personas que se han perdido en tus labios, que son como marihuana, o en tu risa, que es como cocaína.
Ahora mismo te echo mucho de menos, tanto, que yo también desafiaría a la realidad y me lanzaría del edificio más alto de Nueva York, porque, si cierro los ojos muy fuerte y lo deseo mucho; tal vez las estrellas que hay en ese camino tan famoso suban al cielo y se alineen cumpliendo mi deseo de volar con alas invisibles moviendo mis brazos de arriba a abajo.
Pero no creo que eso suceda, no creo que mi sueño se haga realidad.
Me conformo con seguir imaginandome que todas esas luces que hay en cielo por la noche, son constelaciones, cuando en realidad, solamente son farolas.
Farolas tan altas que tocan Marte y se manchan de rojo con su tierra. Farolas tan altas que son capaces de alcanzar cualquier objetivo, porque todos estan a su alcance.
Todos excepto ese de tener suficiente altura para chillar tu nombre.
Y todo por una manzana prohibida que cayó de un arbol cuando la serpiente no logró convencer a Eva para que pecara.
Mil gracias Newton.
Te debemos un par de realidades.
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Entre Vacíos
PoesiaTodo podría haber empezado esperando un café. Mientras el viento golpeaba mi piel y machacaba mis heridas. Y veía como se alejaba, sin voltearse. Y me imaginaba : " ¿como sería levantar y gritar al mundo que aún quiero que se quede?", porque podrí...