La escriturade Annie Leonhardt
20 deNoviembre, Viento que rozaba mi piel con un dulce aroma como vainilla, con untoque frio singular. Acariciaban mi pelo como mantas de sedas finas, unos rayosque perplejos tocaban mi rostro. Estaba sentada en una silla, tomando te ygalletas. Descansaba después de mi arduo trabajo en el libro. "El dolor deella" lo escribí pensando en una mujer psicóloga, con dos hijos y divorciada.Le interesa el profundo dolor, sacrificio de una ex prostituta, que se esfuerzapor una mejor vida, así como la madre de la protagonista lo hizo por ella.
Las emocionesno se me muestran mucho pero, no podía evitar sonreír por el gesto romántico deArmin, y de que viene hoy.- De vuelta a casa.- A las 3:00 debo ir al aeropuertocon Krista para recibirlo con un beso y estar en sus brazos. El es de abrazarcon ternura pues le parezco que soy dulce, eso me gusta de Armin. Todo eltiempo ve en mi cosas que yo no puedo notar. Un talento oculto, me parece.
Tomo miteléfono para decirle a Krista que me encontraría con ella en su casa. Ellaacepto, en un instante no me respondió uno de mis mensajes, y empezó allamarme: ¡Ring! ¡Ring! El estruendoso sonido del celular. Agarre rápido y contesté.
-Hola Krista¿Qué pasa?- le pregunte para saber exactamente lo que quería.
-Ahhhhhhh-Unenorme grito de emoción por parte de Krista, que no dejaba gritar. Me queje unpoco por el sonido aullante que pensaba que me dejaría sorda.
-¡Krista! Nogrites tanto, ¡no estoy sorda!- trataba de calmarla, suele alegrarse de todo, yver el mundo como My Little Pony. Así de feliz es.
-Oh Perdónperdón Annie- decía disculpándose.- es que no puedo creer que veras a tu príncipe encantador hoy. Se mesalen las lágrimas.
-Lo se, yotambién me siento así pero no grito como una loca- En mi cabeza si estabagritando como demente, pero soy Annie.
-Es tanbello, cuando tu lo veas y el te vea a ti, sus miradas se cruzaran.- Kristasonó con un tono dramático como lo hacen en la obras, me decía un encuentro quetendríamos Armin y yo.- Correrás a sus brazos, se flamearán en un besoapasionado. Respiraran su olor como si estuvieran extrañándose desde los años50, como una Marlilyn Monroe a un JF. Kennedy- Krista suspiro como si estuvierasoñando en un cuento de hadas.
-Krista.... ¿Nohas pensando en escribir libros?- le dije con una risita a la cual estarespondió entre risa, ya que lo dijo tan dramáticamente que podría hacer unnovela apasionadamente romántica.
-No creoservir para eso, pero en fin quiero grabarlo.- al decir puse cara de confusióny algo de enojo.
-¡Por supuesto que no!-Le reclame, además de que me daría un poco de vergüenza.
-Oh porfavor- con tono de niña y ojitos de perro, la rubia ojiverde trataba deconvencerme, pero de ningún modo.
-Bueno detodas maneras lo hare.- lo dijo con risita burlona. Otra persona que no serendía aunque le dijeran que no.
-¡No lo harás!- ahora yo trataba convencerla aella.- Amas el romance pero no me gustaría aparecer en videos porque crees queno uso mi apellido de casada en mis libros, y que no aparezco en noticias.
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La escritura de Annie Leonhardt
RomanceLa vida de Annie y Armin, dos escritores, casados y con mucho en la vida que dar. Dedicado a Aimi, NOKICI