Habían pasado, días, semanas y meses desde que Gilbert me había dejado para irse a la batalla. Yo seguía destrozado.
Tenía pesadillas en las que podía ver con todos los detalles como le mataban, como lo torturaban... Y yo sentía que con cada pesadilla una parte de mí moría. Sin embargo, esa noche fue diferente.
Me desperté con un ruido proveniente del pasillo. Me levanté de la cama y salí de la habitación a a ver qué pasaba. Fue en ese momento cuando le ví. Allí estaba, Gilbert, sentado en el suelo, al parecer estaba esperándome.
''¿Gilbert?'' Le dije esperanzado de que fuera él. Sin embargo, mis esperanzas se esfumaron nada más acercarme un poco. Pude ver que estaba intacto, sin ninguna cicatriz ni nada. Sin embargo, estaba mucho más pálido de lo normal, y sus ojos estaban más rojos.
''Feliks..'' Me dijo en un susurró, mostrando una sonrisa aterradora.
''¿Qué te ha pasado'' Pregunté acercándome a él. Alargué mi mano para tocar su hombro. Sin embargo, el contacto nunca llegó. Me dí cuenta de que le había traspasado el hombro entero.
'''AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH'' Grité horrorizado hechandome hacia atrás. El supuesto Gilbert me miró preocupado.
''¿Qué pasa, amor?'' Me preguntó cariñosamente.
''¿Q-qué eres?'' Pregunté temblando de miedo. ''¿Eres un fantasma?''
''Algo por el estilo, sí. Pensaba que te alegrarías de ver a tu amado.''
''Me alegraría si fueses de verdad.'' Dije un poco enfadado, cogiendo un jarrón que estaba puesto encima de una balda cerca de nosotros. Bueno, de mí y de ... eso. ''Fuera de mi casa!'' Grité antes de lanzar el jarrón en su dirección.
Sin embargo, el ni se inmutó. El jarrón le traspasó el cuerpo, cayendo estrepitosamente escaleras abajo.
''Querido, ¿qué te pasa?'' Preguntó dolorido.
''No quiero tenerte aquí.'' Dije molesto.
''P-pero...'' Comenzó a decir con voz temblorosa. ''Y-yo... Pensé que me amabas.''
''Yo amo a Gilbert. No te amo a ti.''
''Pero si soy Gilbert.''
Le miré mal.
''Pues claro que no eres Gilbert. Gilbert es más.. visible, y a él le puedo tocar.''
''¿Ah? ¿Es por eso?''
''S-sí.''
''¿Aunque sea Gilbert, si no me puedes tocar o si no me puedes ver bien, no me puedes amar?''
''B-bueno... Es que, no puedo creer que seas Gilbert. Sinceramente, no puedes ser Gilbert. él está en la guerra.''
''Y si te dijera que ha muerto y soy su fantasma, que ha venido a visitarte porque te quiere y te ama?''
''N-no.'' Dije horrorizado. ''No puede ser... ¡Gilbert no ha muerto, ni va a morir!'' Grité roto por dentro y llorando. ''¡VA A VOLVER!''
''Vale, tranquilo, tranquilo... No era cierto. Gilbert sigue vivo.''
''¿Y entonces quién eres?'' Dije secándome las lágrimas.
''Su fantasma.''
Le miré confuso y alzando la ceja.
''Debe de ser una broma pesada.'' Me dije a mi mismo, frotándome las sienes con mis dedos. Sin decir nada más, volví al cuarto, cerré la puerta con llave y me tumbé en la cama.