Y ahí estaban ellos.

El caos en persona.

Dylan

En la casa solo se olía aquel miedo de aquella misma noche, cuando encontramos a Àlex. Tambien, como de costumbre olía a tabaco. Jc se había ido hace unos minutos a comprar las pastillas de aquella pequeña Mei, la miraba como dormía en aquella cama. Como su cuerpo respiraba debilmente y como algunas veces se agarraba a las sábanas delicadamente. Tengo que llamar a Àlex, él seguramente esté durmiendo. Ayer, cuando lo vi discutiendo con aquel hombre...

-"Dy..Dylan".-

Me di la vuelta y vi a la pelirroja de pelo recogido en un moño. Podía verle las pecas y como le temblaba el labio superior. Caminaba despacio, como si tuviera miedo a la realidad, como si se protegiera de un golpe de ella misma. Se sentó cuidadosamente en un pequeño hueco de la cama donde Mei dormía.

-"¿Está bien, verdad?".-

-"Sí, Mery".- Ella le acariciaba la mejilla.- "Solo necesitaba las pastillas, Jc le ha dado una para que pueda dormir y tranquilizarse".- Ella me miró.- "¿Y Olga?"

-"Ya viene.".- Susurró.- "Deberías de avisar a Àlex."

-"Jc me ha dicho que no.".-

-"¡Oh por favor".- Exclamó la pelirroja mientras se incorporaba.- "Jc es persona también y Àlex, ve a él idiota, no quiero ver de nuevo como te gana el de los ojos azules."

Vi como acariciaba el pelo, como los ojos se le hundía de pequeñas lágrimas, ella también sufría, ella tambien estaba preocupada. Como poco a poco se mordía el labio, quería hacerse la dura pero en el fondo era la más sensible.

******

-"Mantelo allí ¿de acuerdo?."-

-"Jc,¿En serio? Todos sabemos que Àlex no se quedará allí quieto mientras Mei esté así".-

-"Pásame a Olga".-

Miré a mi alrededor. Podía distinguir entre las sombras y las personas que seguían su camino, podía ver la esbelta figura de Olga. Fumaba el cigarillo de siempre.

-"¡Olga!".- Le agarré el brazo.- "Jc."-

Ella me agarró el móvil con rapidez y se puso a hablar con Jc. Mientras, miraba como la gente caminaba, en esta calle toqué hace un par de días, todo fue bastante bien. Recordé como me senté en aquella silla de plástico del bar de al lado y me puse como un loco a tocar la guitarra. Los dedos se movían solos, mis sentimientos fluían por toda aquella manzana haciendo que mi cuerpo quiera volar aún más alto y que todo el mundo pudiera escuchar la música que tocaba. Olga dejo caer su cigarro gastado y como gesticulaba las manos.

Que coño podría haber pensado Mei con no tomarse las putas pastillas. Àlex nos esperaba en la puerta tocándose el mechón de su cabello negro que le caía de la frente, al vernos se acercaba a nosotros y Olga rápidamente me dejó caer el móvil en el bolsillo.

-"¿Habéis visto a Mei?".- Nos dijo nada más de pararse en frente de nosotros.

-"¿Has dejado el juego?".- Preguntó Olga.

Àlex abrió los ojos rápidamente y después los bajó de nuevo, sonrío de medio lado y miró a Olga.

-"¿Y tú? ¿Has dejado de acostarte con los tíos que conoces en las discotecas?".-Olga lo miraba levantando una ceja .-" ¿O todavía buscas al príncipe de tus sueños? Que yo sepa no se encuentra en una sola noche."

Olga le golpeó la mejilla derecha y se acercó a él.

-"Antes de meterte en mi vida y en mis problemas métete en los tuyos idiota. ¿Me preguntas donde está Mei?.- Àlex no le miraba.- Está ahora mismo durmiendo gracias a una puta pastilla que Jc le ha dado para que pudiera estar tranquila ¿tú sabes lo que sufre ella cuando tu vas a divertirte al estúpido juego? ¿Tu sabes lo rota que está Mei? No sabes nada, algunas veces las personas buenas atiende a los demás, aguanta los problemas de los demás y si encima son importante para ellos cargan con esos problemas. Eres tan idiota que encima te creerías que era verdad cuando Mei te dijo que tuvo un pasado bueno. ¡Era Mentira gilipollas! Hace unos minutos estaba ahogada en la puta mierda y aunque creas que no el diez por ciento de esa mierda eras...¡ tú!."- Àlex la miró confuso.-

-"Olga".- Le advertí.- 

Olga me miró y se alejó pisando fuerte dejando a Àlex mirándola confusamente, podía ver como las palabras de Olga, ahora mismo le entraba por su cabeza y como sufría. Nunca he podido contemplar aquella mirada de él mirando a la nada. Nunca he visto como el caos se escondía de la realidad. Nunca he visto como el rey, el más duro, se derrumbaba en la nieve fría del duro invierno.

Y ahí entendí el porque Jc dijo que pasara a Olga, otra vez, Jc a hecho lo suyo, ha sido astuto porque el sabía como era aquel caos y como iba a caer, de nuevo,  en la trampa de la realidad.